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Se desmanteló una red de tráfico de drogas en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas. Para sacar la droga de los aviones, utilizaban las mantas sucias que se utilizaban en los vuelos.

Informes preliminares sostienen que los narcotraficantes llegaron a esconder 60 kilos de cocaína de procedencia boliviana en las mantas sucias de los aviones, situación que fue investigada por los agentes que siguieron todos los movimientos de la banda, durante casi dos años.

Los miembros de la banda introducían la droga en el avión en Sudamérica y, después, utilizaban al personal de limpieza de los aviones para sacar la mercancía oculta entre las mantas usadas por los pasajeros.

Las mantas eran llevadas a la lavandería en un camión, pero de camino paraba en un restaurante cercano al aeropuerto de Barajas.

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