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  • ÁNGELA CARRASCO

28/10/2025.- El departamento de La Paz enfrenta una situación de emergencia tras los eventos climáticos que afectaron a 6.715 familias en 15 municipios. Las lluvias intensas, inundaciones y deslizamientos dejaron viviendas dañadas, caminos destruidos y cultivos perdidos, lo que generó incertidumbre y temor en la población. 

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, entregó ayer 195 toneladas de ayuda humanitaria, compuesta por bolsas de fideos, azúcar, arroz y harina. La entrega benefició a los municipios de Curva, San Andrés de Machaca, Desaguadero, Calacoto, Ichoca, Chuma, Chacarilla, Guanay, Coroico, Apolo, Tipuani, San Pedro de Tiquina, Achacachi, Taraco y Ayata. La acción se realizó en presencia de alcaldes, autoridades originario-campesinas y representantes de las comunidades afectadas.

Durante la entrega de ayuda humanitaria, pobladores de Desaguadero relataron cómo el río alcanzó niveles nunca vistos. “El agua entró a nuestra casa en minutos. Perdimos todo lo que teníamos”, señaló una vecina. En Curva, los caminos quedaron intransitables y las comunidades rurales se aislaron, lo que complica el acceso a alimentos y atención médica. En Achacachi y Taraco, la pérdida de cultivos amenaza la seguridad alimentaria local. En Guanay y Coroico, los deslizamientos dejaron incomunicadas a algunas viviendas, y familias se vieron obligadas a trasladarse a refugios provisionales.

EN ALERTA POR LAS LLUVIAS

La emergencia climática se mantiene vigente. Técnicos del Servicio de Meteorología emitieron una alerta naranja ante la crecida de ríos en seis departamentos, entre ellos La Paz. Se espera ascensos repentinos y progresivos en las cuencas de los ríos Beni, La Paz y Yungas, con riesgo de desbordes que podrían afectar aun más a las comunidades vulnerables.

Pese a la llegada de ayuda, los damnificados coinciden en que la prioridad es reconstruir viviendas, restablecer caminos y recuperar cultivos. “Los alimentos nos ayudan, pero necesitamos volver a nuestras casas y trabajar la tierra para no depender solo de la ayuda”, dijo un campesino de Ichoca.

Las familias damnificadas enfrentan pérdidas materiales y la incertidumbre sobre nuevas lluvias y crecidas de ríos. La coordinación entre autoridades y vecinos será decisiva para proteger vidas y superar la actual situación de emergencia provocada por las inclemencias del clima.