• Economía
  • Gregory Beltrán

24/11/2025.- Mientras el Gobierno de Rodrigo Paz elige a los responsables de administrar la nave del Estado e inicia un exhaustivo repaso a las medidas que asumió su predecesor, las dos naciones más poderosas del orbe ponen sus ojos en el denominado “triángulo del litio” del cual Bolivia forma parte. El oro blanco se convirtió en el centro de la pugna entre Estados Unidos y China para tratar de tomar el control del recurso más codiciado del siglo XXI.

La ex secretaria ejecutiva de la Federación de Trabajadores Campesinos del Sudoeste Potosino, Yamile Cruz, junto con autoridades y representantes sociales de la región, formaron el Comité de Defensa del Litio, organismo que presentó al Gobierno una propuesta integral para impulsar la industrialización del litio con soberanía y beneficios regionales, después de que fracasara la anterior gestión en su intento de dar curso a los contratos firmadas con empresas rusas y chinas.

“El documento, elaborado durante más de tres años, plantea un modelo de gestión con mayor participación estatal, regalías más justas para regiones productoras y con mecanismos estrictos de control ambiental. La propuesta será acompañada por un seguimiento permanente a los procesos de aprobación de contratos con empresas extranjeras”, explicó Cruz.

Mientras rendía homenaje al departamento del Beni, el presidente Paz dijo que este mineral podría servir como un apalancamiento para generar ingresos que impulsen a las demás regiones. “El litio no es un proyecto en sí mismo, sino que es una base de apalancamiento para que los nueve departamentos tengan la capacidad, con sus diferencias, de poder desarrollar sus propias capacidades”, dijo el Mandatario.

Se calcula que Bolivia tiene las mayores reservas de litio con 21 millones de toneladas, que representan aproximadamente el 38 por ciento del total mundial.

Y hay contratos firmados con empresas rusas y chinas, que no lograron el aval del Legislativo.

Durante su campaña, Paz propuso que el Estado maneje solamente el 50 por ciento de los recursos económicos y que el saldo se entregue a las regiones, de tal forma que con esos recursos mejoren, por ejemplo, la salud y educación, para cortar la dependencia del Gobierno Nacional. El Jefe del Estado apuesta por un “capitalismo energético inteligente” que diversifique las fuentes de ingreso. Estimó que el litio puede generar 600 millones de dólares anuales.

Pero qué pasa en los otros dos puntos del triángulo. En 2024 Argentina firmó un acuerdo estratégico con Estados Unidos para atraer inversiones y cooperación tecnológica en minerales críticos, especialmente litio y cobre. Se incluye programas conjuntos de capacitación, incentivos fiscales y apoyo a proyectos de refinamiento.

Chile, con 9,3 millones de toneladas de reservas y una producción que lo convierte en el segundo productor global, apunta a un modelo de equilibrio entre la atracción de inversionistas con el Plan Nacional del Litio lanzado en 2023, que prioriza el rol del Estado en la gestión de salares estratégicos. En 2024, EE. UU. absorbió el 4,1 por ciento de las exportaciones chilenas de litio, pero el mercado asiático es el principal destino.