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Alemania celebró el sábado el 35º aniversario de la caída del Muro de Berlín. Activistas pro democracia de todo el mundo fueron invitados al evento conmemorativo, que incluyó charlas, actuaciones y una exposición de arte al aire libre para marcar lo que la ministra de Cultura, Claudia Roth, llamó "uno de los momentos más alegres de la historia mundial".
Alemania conmemoró el sábado los 35 años desde la caída del Muro de Berlín con festividades bajo el lema "¡Preservemos la libertad!", en el sombrío contexto de la guerra en Gaza y Ucrania, y los temores de que la democracia esté siendo atacada en todo el mundo.
El canciller alemán Olaf Scholz dijo el viernes que los ideales liberales de 1989 "no son algo que podamos dar por sentado", apenas unos días después del colapso de su coalición de gobierno.
"Una mirada a nuestra historia y al mundo que nos rodea lo demuestra", añadió Scholz, cuya alianza tripartita implosionó el día en que Donald Trump fue reelegido presidente de Estados Unidos, hundiendo a Alemania en la agitación política y hacia nuevas elecciones.
El 9 de noviembre de 1989 se celebra como el día en que Alemania del Este abrió sus fronteras a Occidente después de meses de protestas masivas pacíficas, allanando el camino para la reunificación alemana y el colapso del comunismo soviético.
Ese "día alegre" subraya el hecho sombrío "en el que la libertad y la democracia nunca han sido algo dado", dijo el alcalde de Berlín, Kai Wegner, en una ceremonia conmemorativa en el Memorial del Muro de Berlín el sábado.
Una berlinesa que recuerda los acontecimientos trascendentales, la jubilada Jutta Krueger, de 75 años, dijo que era "una vergüenza" que la crisis política de Alemania hubiera estallado justo antes del fin de semana del aniversario.
"Pero aún así deberíamos celebrar la caída del Muro", dijo, y lo celebró como el momento en que los alemanes del Este pudieron viajar y "la libertad había llegado a toda Alemania".
El acto del sábado en el Memorial del Muro de Berlín, al que asistió el presidente Frank-Walter Steinmeier, rindió homenaje a las al menos 140 personas que murieron tratando de huir de la República Democrática Alemana (RDA) apoyada por Rusia durante la Guerra Fría.
Relevancia duradera
Por la noche, se celebrará una "fiesta de la libertad" con un espectáculo de música y luces en la icónica Puerta de Brandeburgo de Berlín, en el antiguo camino de la barrera de hormigón que había dividido la ciudad en dos desde 1961.
El domingo, la banda punk de protesta rusa, Pussy Riot, actuará frente a la antigua sede de la Stasi, la temida policía secreta de la antigua Alemania del Este.
Activistas pro democracia de todo el mundo han sido invitados a las conmemoraciones, entre ellos la líder de la oposición bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya y el disidente iraní Masih Alinejad.
Conferencias, actuaciones y una exposición de arte al aire libre marcarán lo que la ministra de Cultura, Claudia Roth, llamó "uno de los momentos más alegres de la historia mundial".
Réplicas de carteles de las protestas de 1989 están expuestas a lo largo de cuatro kilómetros (2,5 millas) del recorrido del Muro.
Entre las instalaciones artísticas habrá miles de imágenes creadas por ciudadanos sobre el tema de la "libertad", para enfatizar la relevancia duradera de este evento histórico.
El principal funcionario cultural de Berlín, Joe Chialo, dijo que el tema era crucial "en un momento en el que nos enfrentamos al creciente populismo, la desinformación y la división social".
Axel Klausmeier, director de la Fundación Muro de Berlín, dijo que los valores de las protestas de 1989 eran "la fuente de poder para la defensa de nuestra democracia, que hoy está siendo carcomida por la izquierda y la derecha".
'Populismo y división'
La caída del Muro de Berlín, símbolo de la Guerra Fría y de la división entre los bloques oriental y occidental, contribuyó al colapso del comunismo en Europa del Este y a la reunificación de Alemania un año después.
El "muro de la vergüenza", de 155 kilómetros de longitud, se erigió en 1961 alrededor de Berlín Occidental para poner fin al éxodo de ciudadanos del enclave del Bloque Occidental en la Alemania Oriental comunista.
La mayoría de los alemanes orientales agradecen el fin del régimen de la RDA, pero muchos aún tienen recuerdos tristes de la arrogancia percibida de los alemanes occidentales, y persiste el resentimiento por la brecha restante en los ingresos y las pensiones.
Estos sentimientos se han citado para explicar el fuerte apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) en el este de Alemania, y al partido anticapitalista y prorruso BSW.
Los fuertes avances de ambos en tres elecciones estatales en el este en septiembre pusieron de relieve las persistentes divisiones políticas entre Alemania del Este y del Oeste, más de tres décadas después de la reunificación.
Este fin de semana también marca un capítulo más oscuro en la historia alemana.
Durante la Noche de los Cristales Rotos o Nazis' Kristallnacht, del 9 al 10 de noviembre de 1938, al menos 90 judíos fueron asesinados, decenas de miles fueron enviados a campos de concentración, innumerables propiedades fueron destruidas y 1.400 sinagogas incendiadas en Alemania y Austria.
"Es muy importante que nuestra sociedad recuerde a las víctimas... y aprenda las lecciones correctas de esos acontecimientos para nuestra conducta actual", dijo el viernes la portavoz del gobierno, Christiane Hoffmann.
Sus comentarios se produjeron pocos días después de que varios miembros del AfD, que es antiinmigrante y antimusulmán, fueran arrestados como sospechosos de ser miembros de un grupo paramilitar racista que practicaba ejercicios de guerra urbana.
Este artículo es una adaptación de su original en inglés