- Sociedad

- Aleja Cuevas
6/6/2025.- Cada 6 de junio, desde hace un siglo, Bolivia rinde homenaje al maestro, protagonista de la historia de la educación y que hoy enfrenta el desafío de adaptarse a la era digital.
Hoy, más de 173 mil maestros recibirán homenajes en sus unidades educativas. El Día del Maestro fue instituido mediante un decreto supremo bajo el Gobierno del presidente Bautista Saavedra el 24 de mayo de 1924. La historia de los maestros está ligada a la evolución de la educación. En 1826, se fundó en Chuquisaca la primera “escuela modelo”, donde los varones aprendían los oficios de albañilería, carpintería y herrería, mientras que las mujeres eran instruidas a tareas “propias de su sexo”, refiere el docente Guido Villa Gómez, en un documento que aborda la evolución de la educación en Bolivia.
Por entonces, se ordenó la creación de escuelas primarias en las capitales departamentales, pero los docentes no recibían pago del Estado, sino una pensión pagada por las familias que podrían costearla.
En 1874, se estableció la “instrucción común gratuita y obligatoria”. Hacia 1930, se consagró la autonomía universitaria y la del Consejo Nacional de Educación, además de la carrera docente y la inamovilidad del magisterio.
Según el maestro rural y actual diputado Freddy Mamani, la década de 1930 marcó un hito porque la población indígena tomó la lectura y escritura como “armas de liberación”. Un año después se fundó la Escuela Ayllu de Warisata, por Avelino Siñani y Elizardo Pérez, profesores rurales, con el objetivo, promover una educación crítica en contextos comunitarios y agrarios.
Con la Revolución Nacional de 1952 se instauró una malla curricular y un modelo de enseñanza–aprendizaje en lengua española en aulas en las que estaba prohibido hablar alguna lengua originaria, dijo Mamani, en su momento.
Cuatro décadas más tarde, la Ley de Reforma Educativa de 1994 apostó por un enfoque intercultural, pluriétnico, plurilingüe, universal y gratuito, aunque Mamani criticó que mantuvo un sesgo neoliberal que buscó, en todo caso, “someter a los indígenas”.
Con la Ley 070 Avelino Siñani y Elizardo Pérez (2010) se reformuló el rol del maestro, no sólo como transmisor de conocimiento, sino como formador de ciudadanos críticos.
desafíos
En opinión de Mirtha España, directora de un colegio de la zona Sur de La Paz, la pandemia marcó un antes y un después en la educación. “Transformó la manera de enseñar y desafió el rol tradicional del docente”. La emergencia sanitaria obligó a los maestros a aprender plataformas digitales y adaptar contenidos digitales; pero también hubo resistencia.
El cambio fue radical, de una enseñanza en pizarra, libros y papelógrafos, en espacios cerrados, a una enseñanza dinámica con videos, plataformas, con recursos digitales como tablets y un entorno interconectado. “El maestro debe desarrollar habilidades diferentes para cada nivel educativo: inicial, primario y secundario. Es complicado y complejo”, apuntó España.
Dijo que, a diferencia de los colegios privados que cuentan con las condiciones para una educación virtual, los fiscales ni siquiera tienen acceso a la red internet. Pero dijo que es necesario que tanto los maestros de larga trayectoria como los nuevos deban adaptarse al contexto actual.
En 2024, se capacitó a 7.769 maestros y maestros en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), una cifra que superó los 1.473 formados en 2023.
El profesor Leandro Mamani, delegado ante la Central Obrera Boliviana (COB), considera que el gran reto es mejorar la calidad educativa, que, a su juicio, fue deteriorada por la Ley 070 y la Ley 1565. “La Ley Avelino Siñani sirvió sólo para posesionar a un gobierno que no hizo nada por la educación”.
Planteó que el desafío real es conectar la teoría con la práctica para mejorar la calidad educativa. “Solo así se puede mejorar esta brecha entre la educación regular y la universitaria”, dijo.