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En el oscuro mundo del narcotráfico, el mexicano Ismael “El Mayo” Zambada García es un espécimen raro, no sólo por su bajo perfil sino porque durante unas cinco décadas dedicadas a esa actividad, jamás fue apresado por los organismos de lucha antinarcóticos de su país natal, México, ni de Estados Unidos. Debe ser algo parecido a un récord mundial. Nacido el 1 de enero de 1948 en Sinaloa, Zambada García fue capaz de evadir la persecución y encontrar refugio en zonas remotas de su país, donde vivían su esposa y sus cinco amantes, sus hijos, nietos y su único bisnieto. Por establecerse en una región tan aislada, fue conocido también como “El señor de la montaña”. Después de la caída del líder de esta organización criminal, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, “El Mayo” asumió el mando, pero el pasado jueves fue capturado en un aeródromo privado de El Paso, Texas, Estados Unidos. Cayó ju8nto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del narco que cumple cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad estadounidense. La noticia del arresto de ambos capos del narcotráfico fue confirmada por el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, quien afirmó públicamente que “el Departamento de Justicia tiene en su custodia a dos supuestos líderes del cartel de Sinaloa, una de las más violentas y poderosas organizaciones del mundo (…) Ambos hombres se enfrentan a múltiples cargos en Estados Unidos por liderar las operaciones criminales del Cartel, incluyendo sus mortales redes de fabricación y tráfico de fentanilo”, acotó. A su turno, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, explicó que esta captura forma parte de los esfuerzos de su gobierno por reprimir el tráfico de fentanilo, una droga que causa unas 100 mil muertes por año, particularmente entre personas de 18 a 45 años. Curiosamente, ninguna autoridad mexicana se pronunció sobre la detención del narcotraficante por la que la Administración de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares. El fentanilo es un derivado del opio, que se utiliza en medicina como analgésico para combatir el dolor. Es 50 veces más potente que la morfina. En forma paralela, causa una fuerte sensación de euforia, lo que provoca el síndrome de abstinencia y la necesidad adictiva de consumir el producto. “El fentanilo es la droga más mortal que nuestro país ha enfrentado, y el Departamento de Justicia no descansará hasta que todos los capos, miembros y asociados de los cárteles paguen por envenenar nuestras comunidades”, terció Garland. PERFIL En 2010, Zambada invitó a uno de los más caracterizados periodistas mexicanos, el octogenario periodista mexicano Julio Scherer, fallecido en 2015, a su casa perdida en las serranías mexicanas. Al entonces director de la afamada revista Proceso, “El Mayo” le reveló que “tengo a mi esposa, cinco mujeres, 15 nietos y un bisnieto. Ellas, las seis, están aquí, en los ranchos, hijas del monte, como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra, el agua que bebo. La tierra siempre es buena, el cielo no”. Scherer le preguntó si alguna vez estuvo a punto de ser apresado. Respondió “Cuatro veces. ‘El Chapo’ más… arriba, sobre mi cabeza. Hui por el monte, del que conozco los ramajes, los arroyos, las piedras, todo. A mí me agarran si me estoy quieto o me descuido, como a ‘El Chapo’. Para que hoy pudiéramos reunirnos, vine de lejos. Y en cuanto terminemos, me voy (…) Tengo pánico de que me encierren”. Justificó su actividad ilegal bajo los siguientes términos: “El narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción (…) Un día decido entregarme al Gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió… El problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos? En cuanto a los capos, encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí”. LA ACUSACIÓN En febrero pasado, la Corte del Distrito Este de Nueva York lo imputó de fabricación y distribución de fentanilo, pues “Ismael Zambada García y otros líderes emplearon a sicarios que cometieron cientos de actos de violencia, incluyendo asesinatos, asaltos, secuestros y actos de tortura por instrucción del acusado”. Los acusadores sostienen que Zambada dirigió al menos 84 operaciones de envío ilegal de drogas a Estados Unidos, para lo que contó con el apoyo de autoridades corruptas de Estados Unidos. Por: Jorge Jové