• Seguridad
  • Micaela Villa

27/10/2025.- Entre enero y octubre de este año, 16 privados de libertad murieron en circunstancias violentas en diferentes centros penitenciarios del país, informó la Defensoría del Pueblo, que supervisa el funcionamiento del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura. Hubo muertes violentas y los autores fueron los mismos reos.

“En 2024 se registraron nueve muertes, pero, contrariamente, hasta septiembre de 2025 ya se contabilizan 15 —el jueves 16 fue asesinado otro reo, en total hasta hoy son 16—, una de ellas provocada por un arma de fuego. Este incremento es de suma preocupación y muestra que la violencia dentro de las cárceles va en ascenso, mientras el sistema sigue sin garantizar la vida y la integridad de las personas privadas de libertad”, se lee en el informe y que fue presentado el pasado lunes 13.

El martes 14, el reo Hernán Julio C. C., de 45 años, fue asesinado en el penal de Chonchocoro. Siete puñaladas lo hirieron gravamente y murió desangrado. Su esposa, quien no se identificó, responsabilizó del hecho a otro reo quien le tenía “envidia”, ya que saldría libre tres días después.
El informe policial estableció que el cuerpo del infortunado presentaba heridas provocadas por arma blanca de dos a cinco centímetros de extensión en sus extremidades superiores e inferiores y el rostro. 

El fallecido cumplía detención preventiva en San Pedro de Oruro, porque en abril de 2022 participó, con otras dos personas, en el asesinato de un guardia de seguridad, de 19 años, luego de que no les dejara entrar en una discoteca. El reo tenía dinero, cadenas, anillos, manillas y joyas de oro, pero cuando se hizo la requisa no se encontró ningún objeto de valor. El presunto autor, otro reo, fue aprehendido y permanece aislado.

“Las muertes violentas en las cárceles reflejan el grave deterioro de las condiciones de seguridad y la falta de control dentro de los recintos penitenciarios”, señala el informe defensorial.
En otro caso, el 25 de septiembre, en el penal de El Abra, Cochabamba, un privado de libertad de nacionalidad brasileña perdió la vida luego de ser apuñalado 25 veces por otro interno del mismo penal. Sucedió presuntamente por rencillas personales.

En estos conflictos violentos, también cayeron reos heridos, —la Defensoría no informó la cantidad—. El  9 de febrero de este año, en el penal de Palmasola, Santa Cruz, un enfrentamiento entre internos del pabellón PC-4  dejó a cuatro personas heridas. El hecho estuvo marcado por insultos y agresiones físicas entre los involucrados. Las víctimas fueron atendidas dentro del mismo penal.
El 18 de agosto, en el Penal de Morros Blancos, Tarija, un interno fue atacado con una amoladora por otros reclusos, quienes le provocaron una grave herida abdominal. La víctima fue trasladada al hospital San Juan de Dios, donde se recuperó. Según la Policía, los agresores le exigieron un pago como “derecho de estadía”.

El 18 de septiembre, en el  penal de San Antonio, Cochabamba, dos reclusos resultaron heridos tras protagonizar una pelea que se extendió por más de cinco horas. La confrontación incluyó el uso de armas blancas y concluyó cuando la Policía restauró el orden interno.

El 21 de mayo, en el penal de El Abra, en Cochabamba, el recluso Samuel T. B. resultó herido tras ser golpeado en la cabeza con un objeto no identificado por Jhonny B.Z. La víctima presentó lesiones de diversa gravedad, y el agresor fue trasladado al Bloque C, zona de máxima seguridad interna.

“Durante recientes visitas no anunciadas, realizadas por el Mecanismo a centros penitenciarios en todo el país, se identificó la deficiente infraestructura penitenciaria y la existencia de programas de reinserción social limitados”, prosiguió la Defensoría.