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El canotaje en Bolivia lucha por superar su nivel, pese a las limitaciones que tiene en cuanto a material, y recién se ha propuesto trabajar también con niños y niñas pensando en el futuro competitivo de Bolivia a nivel internacional.
Suena ambicioso, pero la Federación Boliviana de Canotaje quiere sacar a flote este deporte para participar en los Juegos Olímpicos. Según su presidente, Pedro Buendía, esa meta no está lejos “pues con trabajo y disciplina es posible soñar con los Juegos”.
Con ese propósito, desde 2022 hay pruebas nacionales desde la categoría preinfantil, infantil y cadetes (8 años en adelante), damas y varones, y la aceptación de la población fue inmediata y hasta sorpresiva, aunque hay padres que son un poco escépticos.
Pese a ello, se fueron sumando niños y niñas, y muchos piden a sus papás que los apoyen porque gustan de este deporte. Eso sí, un requisito indispensable es saber nadar.
“Una vez que los niños comienzan a remar, se sueltan, aprenden rápido, especialmente el remado; hay interés”, señaló el dirigente. En la primera convocatoria de esta categoría no había mucha presencia femenina, pero hoy el panorama es distinto.
En el ámbito internacional, las pruebas son para competidores a partir de los 14 años, por lo que Buendía ve que el futuro para el canotaje brilla con luces propias.
LA CENICIENTA
La presencia boliviana en campeonatos internacionales crece poco a poco y ya se lograron algunas medallas en torneos de la región. “Ya no queremos ser la Cenicienta de esta disciplina, queremos competir de igual a igual”. En el exterior cada deportista corre con los gastos de presentación, la logística es apoyada por la Federación, y las embarcaciones son alquiladas en el país sede, ya que el traslado es costoso y muchos no tienen el material adecuado.
El dirigente explicó que la embarcación (de fibra de carbono) tiene un costo aproximado de 8 mil dólares, por lo que los deportistas prefieren alquilarlas; las palas las llevan los competidores, pues tiene mucho que ver el ángulo y tamaño a la hora de la prueba.
“Tenemos potencial, lo que no hay son recursos económicos y apoyo, por ejemplo uno no puede prepararse un mes antes porque no cuenta con el permiso correspondiente, pese a que está respaldado con la Ley del Deporte”, contó Buendía.
TRES ASOCIACIONES
Debido a las condiciones geográficas que tiene el país fue difícil para la Federación llegar a todos los departamentos. En un inicio había interés de asociarse en Potosí, Sucre y Oruro, pero no hay un espacio donde se pueda competir o entrenar.
“Otro gran problema, es que no hay clubes que se organicen y comiencen a practicar. Como Federación podemos dotar las embarcaciones”, continuó.
Las modalidades de competencia son K-1, K-2 y K-4 (de velocidad) y Slalom (es extremo por la corriente de río). Para que una asociación pida la organización de un campeonato el lago o río necesita una profundidad de dos metros como mínimo, además de una superficie de 1.500 metros de largo y 50 de ancho.
Por: Jeovana Bernabé