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Foto: La Prensa
  • Wilma Pérez

21/1/2025.- En una hora, seis obreros llenaron la malla de alambre trenzado con piedras de diferentes tamaños, de esta manera se formaron los defensivos sobre el río Pasajahuira, que evitarán un nuevo deslizamiento de tierra sobre urbanizaciones de Bajo Llojeta, indicaron los obreros. 

Las autoridades de la Alcaldía de La Paz advirtieron ayer que los trabajos que ejecuta la empresa Kantutani no son los adecuados y de no asumir “medidas pertinentes podría producirse una mazamorra similar a la del 23 de noviembre”. 

A través de una carta, enviada el 19 de enero, el alcalde Iván Arias, advirtió sobre un “desajuste en plataformas y taludes del cementerio Los Andes”, tras un monitoreo realizado en todo el sector.

La Prensa buscó la versión de los ejecutivos de la empresa Kantutani, pero informaron que emitirían un comunicado; en ese contexto, este medio se desplazó a la parte alta del cementerio privado Los Andes, en la frontera entre el municipio de La Paz y Achocalla, donde pudo constatar que obreros y maquinaria pesada trabajaban en lo que es el río Pasajahuira.

Autoridades y afectados de Bajo Llojeta demandan evitar un nuevo desastre, como del 23 de noviembre, cuando una mazamorra sepultó casas y se lamentó la muerte de una niña.

Obras de 
contención
Por un costado de la entrada principal al camposanto, pasa el afluente, que se pierde al ingresar a un embovedado grande, que atraviesa el campo verde, donde se encuentran varias tumbas llenas de flores. En ese corto trayecto, cuatro obreros encausan las aguas del río.

Muchos metros más abajo, donde se realizó el movimiento de tierra, media docena de maquinaria pesada y unos 20 obreros levantaban gaviones. “Es para bajar la fuerza del río y evitar que traslade material de arrastre”, explicó un obrero.

La parte desde donde, presuntamente, habría bajado el lodo, ayer estaba cubierta con plástico. Un obrero, colgado de una cuerda, se desplazaba para colocar los fierros e impermiabilizar el sector.

“Nos indicaron que apresuremos los trabajos”, dijo otro obrero, mientras observaba el suelo erosionado, y agregó, “estamos colocando cunetas para que las aguas se escurran al río Pasajahuira y no baje nada de material de arrastre”.

Todo este trabajo, indicaron, lo ejecutan en coordinación con las autoridades y vecinos del lugar, del municipio de Achocalla.

El Secretario de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades de la Alcaldía de La Paz, Juan Pablo Palma, explicó que el temor de un nuevo deslizamiento se basa en que evidenciaron la existencia de condiciones inadecuadas de drenaje y de conducción de aguas, las que llevan directamente a los taludes que presentan alto grado de erosión.

El funcionario reiteró que los trabajos que hace la empresa en su propiedad requieren que se adopte acciones inmediatas e se implemente medidas de estabilización seguras e integrales. 
“Considerando la evidencia de que fallas recurrentes en sus obras representan un riesgo crítico tanto para los trabajadores como para los habitantes afectados por el anterior deslizamiento”, dijo Palma.