- Economía

- Gregory Beltrán
23/7/2025.- Una de las comerciantes ubicadas en el ingreso del mercado Rodríguez, de La Paz, aseguró ayer que el pan de batalla se le acaba antes del mediodía y que los panificadores entregan cada vez menos marraquetas. “Nos entregan más sarnitas”, afirmó.
Dirigentes de los panaderos explicaron que se redujo la producción debido a que el Gobierno les entrega menor cantidad de harina a la comprometida y no lo ofrecido a inicios de mes.
PROBLEMAS DE ABASTECIMIENTO
El lunes por la tarde, en inmediaciones de la plaza Eguino, se pudo observar una larga fila de personas que esperaban comprar algunos panes que se vendían en ese momento, algo que no resulta habitual.
Según informaron las comerciantes del mercado Rodríguez, el pan de batalla se empieza a vender desde muy temprano, alrededor de las seis, y cerca del medio día el producto se acaba.
Si bien la marraqueta desaparece en la tarde, es posible encontrar otro tipo de productos y en algunos casos a un precio superior. Por ejemplo, cerca del mercado Rodríguez se encuentra pan a 0,70 bolivianos con un letrero donde se explica que no reciben harina subvencionada y por eso el precio es más elevado.
A inicios de julio, ejecutivos de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) y la Confederación Nacional de Panificadores Artesanos de Bolivia (Conapaabol) lograron un acuerdo para mantener el precio del pan de batalla en 50 centavos. Sin embargo, el dirigente de este sector, Rubén Ríos, después de sostener una reunión con autoridades del gobierno explicó que sus afiliados no reciben la cantidad de harina acordada oficialmente.
El compromiso que se había acordado era que recibirían por día 10 mil bolsas de 50 kilos del principal insumo, que servirían incluso para elaborar el producto durante los fines de semana. Sin embargo, el alimento prácticamente desaparece del mercado Rodríguez los domingos.
Ríos advirtió deque esta situación podría obligar a incrementar el precio del pan de batalla hasta 0,80 centavos.
El gobierno justificó anteriormente que la falta de distribución de harina se debía a los bloqueos, que organizó el expresidente Evo Morales, y que se extendieron hasta mediados de junio. Sin embargo, el problema de distribución del principal insumo persiste lo que motiva a que los panificadores a reducir la producción y, en algunos casos, disminuir su tamaño.
Otro de los problemas que enfrenta el país es el contrabando. Recientemente, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, viajó a la frontera con Perú donde pudo comprobar que la marraqueta, que se elabora en Bolivia con insumos subvencionados, se vende en 1,50 bolivianos por unidad. En la localidad peruana de Desaguadero, halló una gran cantidad de marraquetas que se vendían a tres unidades por un sol peruano, que equivale a 1,50 bolivianos, al margen de huevos, garrafas de GLP, aceite, pollo y otros alimentos.