- Economía

- Gregory Beltrán
14/7/2025.- Todos los caminos conducen al megapuerto de Chancay parece ser la consigna en la que están embarcados los gobiernos de Sudamérica y empresas privadas. El pasado lunes 7, Brasil y China firmaron un acuerdo para iniciar la construcción del ferrocarril bioceánico que unirá el Atlántico, desde el puerto de Ilheus, con el Pacífico, donde se encuentra la megaconstrucción.
Sin embargo, el diseño, el trazo y los países por donde circulará todavía está en duda, así como la participación del gobierno peruano. El canciller del vecino país, Elmer Schialer, indicó recientemente que Perú desconoce los detalles del plan, pero también el recorrido del proyecto, debido a que podría atravesar por áreas protegidas.
Bolivia asegura que es parte
El proyecto ferroviario se gesta desde hace tiempo y hubo varias propuestas sobre la ruta, en principio se habló que integraría a países como Bolivia o Paraguay. Sin embargo, el acuerdo recientemente firmado plantea una ruta directa.
Son cerca de 3.800 kilómetros en infraestructura vial con una inversión de casi 15 mil millones de dólares para conectar los puertos de Brasil y Perú.
Los principales beneficiados serán los estados brasileños de Mato Grosso, Goiás, Rondônia y Acre, así como los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz en Bolivia, en caso de que se apruebe el paso por el país.
El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, reiteró que el proyecto pasará por Bolivia, donde ya hay tramos construidos con estudios concluidos. “La ventaja de Bolivia es que su red ferroviaria oriental y occidental ya está construida”, afirmó.
El presidente Luis Arce dijo en conferencia de prensa que Bolivia despertó “el interés de Brasil sobre el tren bioceánico, por lo que este tema hay que empujarlo. Tiene que ser un tema de política de Estado para que podamos conseguirlo”.
El ministro peruano Schialer señaló que su Gobierno tiene “la idea gruesa, es una idea seductora importante, pero no tenemos el detalle (...) habrá que hacerlo con mucho cuidado”, señaló. Explicó que se debe tener mucho cuidado con la región de Madre de Dios, por donde se tiene previsto que pasen los rieles, debido a que hay una serie de áreas protegidas ambientalmente, muy delicadas. “Es algo que la presidenta (Dina) Boluarte lo tiene claramente en la mira y si hay que hacer algo, se hará con todo cuidado”.
Respecto al acuerdo que se firmó recientemente, enfatizó que en principio fue “firmado por China y el Brasil. No es un acuerdo jurídicamente vinculante. Creo que éstos son los primeros pasos que hay que dar en ese sentido. Perú es un socio inescapable de esto pero tenemos aún que ver cómo es que lo vamos a implementar”.
A su turno, el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, aseguró que el Gobierno peruano no ha autorizado ni tiene previsto invertir en el proyecto ferroviario tras la sesión. Descartó cualquier coordinación o financiamiento estatal para la ejecución de iniciativa, porque “el Gobierno peruano no ha autorizado ni piensa invertir dicha cantidad en estos momentos”, afirmó Arana, aunque este país es insoslayable en el proyecto.