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Entre enero y abril de este año, las exportaciones de soya y sus derivados generaron 21,9 millones de dólares, 73 por ciento menos de lo alcanzado en similar periodo de 2023, cuando se percibió 81,4 millones; mientras las ventas al mercado exterior de quinua subieron en 61 por ciento en los primeros cuatro meses de este año.

Según del Instituto Nacional de Estadística (INE), a abril de 2024, Bolivia registró una caída de las exportaciones de semillas y habas de soya del 73 por ciento, y las de sus derivados se redujeron en un 39 por ciento.

En términos de valor, en el primer cuatrimestre de este año, las exportaciones del cereal originario de China y otros países del oriente sumaron un total de 21,9 millones de dólares, cifra menor en 59,5 millones a lo alcanzado en el mismo periodo de 2023.

A su turno, los derivados de soya permitieron un ingresos 263,5 millones de dólares, pero en el mismo periodo de 2023, la cifra consignada por el INE fue de 429 millones.

Los productores este fenómeno a factores climáticos “que afectaron la cosecha”, y disminuyeron la productividad.

“La falta de lluvias afectó el normal desenvolvimiento agrícola. La soya, que se maneja, no es resistente a la sequía y al estrés hídrico, asunto que dificulta poder responder a la demanda del grano”, dijo el dirigente de los soyeros del Norte Integrado de Santa Cruz, Eliazer Arellano.

Según directivos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), como consecuencia de la sequía se perdieron al menos 800 mil toneladas de soya en la campaña de verano 2023–2024, que significan una afectación económica de al menos 300 millones de dólares para toda la cadena de valor.

“A pesar de estas cuantiosas pérdidas productivas y económicas, queremos aclarar que el abastecimiento del mercado interno de soya está garantizado, pues sólo requiere el 20 por ciento del total anual de nuestra producción”, afirmó Fernando Romero, presidente de Anapo.

Los fenómenos climatológicos afectaron a una superficie cultivada de 205.111 hectáreas en las regiones de Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián y San José de Chiquitos, en el departamento de Santa Cruz, según la Unidad de Contingencia Rural del Instituto del Seguro Agrario (INSA).

En San Julián los productores afectados suman 2.700 y la superficie dañada por la sequía llega a 95 mil hectáreas. En Cuatro Cañadas se tiene a 733 productores damnificados y 59 mil hectáreas afectadas; en Pailón más de 1.180 productores sufrieron pérdidas y el daño cubre 46 mil hectáreas; y en San José de Chiquitos, los 477 productores afectados perdieron plantaciones en 3.800 hectáreas.

QUINUA

En tanto, en el mismo periodo analizado (enero–abril), las exportaciones de quinua generaron 22,9 millones de dólares, 61,7 por ciento más que lo conseguido en similar periodo de 2023, cuando se percibió 14,2 millones de dólares.

Datos del Centro Internacional de la Quinua (CIQ) muestran que el país exportó, entre 2022 y 2023, 10 mil toneladas de quinua, cuyo precio de mercado es de $us 30 millones.

El director del CIQ, Jesús Equise, afirmó que en Bolivia se produce la “mejor quinua del mundo”, por lo que este grano tiene una gran demanda en el mercado internacional.

Los principales compradores de quinua boliviana en 2023 fueron Estados Unidos, Alemania, China, Países Bajos y Francia, en tanto que los departamentos que se dedican principalmente a la siembra y cosecha de quinua son Oruro, Potosí y La Paz, que reúnen a unas 70 mil familias.

No obstante, los cultivos de este grano también se extendieron hacia algunas zonas de Cochabamba Tarija y Santa Cruz, de acuerdo con la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui).

Por: Freddy Grover Choque