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Foto: APG
  • Susana Salinas

1/12/2024.- La vida parlamentaria en el Legislativo transcurre, en estos tiempos, entre disputas, riñas y agresiones físicas y verbales. La normativa vigente en Diputados y Senadores cuenta con un mecanismo ideal para evitar extremos: las comisiones de ética. Sin embargo, en la actualidad, estas “no funcionan”.  

Diputados

El 4 de febrero de 2022, el diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP) Quintín Villazón, dio cuenta que bajo su presidencia en la Comisión de Ética, en 2021, recepcionó 33 denuncias, de las cuales 24 fueron rechazadas y nueve admitidas.

A partir de este dato, hay un “silencio” en la comisión, que ahora demandan algunos legisladores. 

Tras al menos dos actos bochornosos en la Asamblea, los legisladores piden que estas instancias funcionen.
El primer incidente ocurrió el 8 de noviembre, cuando diputados del ala “evista” atacaron al vicepresidente David Choquehuanca durante los actos por los cuatro años de mandato.

No importó la presencia de de delegaciones diplomáticas y menos el sentir de los ciudadanos, los denominados radicales del MAS, ante el estupor de la ciudadanía, destrozaron los adornos florales de la testera y fueron lanzados junto con tomates a las autoridades; además de causar daños a bienes del Estado, ubicados en el hemiciclo.

El otro incidente “bochornoso” tuvo lugar el 21 de noviembre, cuando legisladores del ala “evista” arremetieron nuevamente contra la testera para impedir la sesión de la Cámara de Diputados, al considerar ilegal la presidencia del “arcista” Omar Yujra.

Con el fin de evitar conductas disonantes y bochornos, el directorio rechazado denunció ante la Sala Constitucional Primera de La Paz a nueve “evistas” y pidió garantías para sesionar. 

Pese a obtener un fallo favorable, las acciones violentas continuaron y se observó parlamentarias gateando sobre la testera y otras en amagos de pugilato, entre otros.

Según algunos legisladores de oposición serán los primeros casos que debe atender el Comisión de Ética, que buscan reinstalar en esta legislatura.

Desde hace dos años, el diputado Pascual Choque, del MAS, está al mando. En su gestión atendió 66 denuncias, de ellas 50 contra la oposición. Sin embargo, no se tiene mayores detalles.

Senadores

En la Cámara de Senadores, al igual que en la de Diputados, se tiene un reglamento de ética que data de 2017, cuando José Alberto Gonzales era presidente del Senado.

Actualmente, la senadora Patricia Arce está al frente de esta comisión, debido a que no se activó, a pesar de estar integrada por cuatro senadores.

La Comisión de Ética recibe las denuncias de los legisladores infractores, con base en lo que estipula el reglamento. Las sanciones van de leves a gravísimas.

La suspensión se determina según la falta cometida, y que puede variar, desde un mes, tres meses hasta un año. 
“Muchas veces no se llega a la conclusión ante la falta de pruebas o los denunciantes abandonan el proceso”, dijo uno de los asambleístas al sostener que muchos casos quedan “archivados”.

Las determinaciones se toman en la sesión de ética. En el caso de “despojo de curules”, se debe considerar que se trata de sanciones muy graves. Sin embargo, no hay antecedentes de este extremo, porque hay apelaciones al Tribunal Supremo Electoral (TSE) y, a veces, llegan hasta el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).

En la Comisión de Ética, cada legislatura se interrumpe el proceso debido al cambio de directorio. Por ello, no es  raro que muchos  casos queden en el olvido y terminen archivados. “Actualmente, algunos procesos están en la etapa de declaración testifical”.

La Comisión de Ética recibe las denuncias de los legisladores infractores, con base en lo que estipula el reglamento. Las sanciones van de leves, graves hasta gravísimas.

La suspensión va desde un mes, tres meses hasta un año. “Muchas veces no se llega a la conclusión ante la falta de pruebas o los denunciantes abandonan el proceso”, dijo el legislador.