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  • LA PRENSA

El reciente ataque perpetrado por desconocidos en contra de un cuartel policial antidrogas en el trópico de Cochabamba pone en evidencia que organizaciones de narcotraficantes han cobrado fuerza y están en condiciones de desafiar a las fuerzas del Estado.

Cuatro décadas y media transcurrieron desde aquellas épocas en las que Shinahota se había convertido en un punto en el que se vendía cocaína en los mercados de abastecimiento popular y en las calles y que se diagnosticaba enfermedades venéreas en niños de pocos años.

Cuánto esfuerzo costó no sólo a los pobladores de esa región tropical sino a todo el país quitarse de encima el estigma del narcotráfico, cuánta valentía demostraron aquellos campesinos que se abrazaron con fe y fuerza a los cultivos alternativos y cuánta importancia cobraron las provincias Chapare y José Carrasco en materia de exportaciones no tradicionales de banano y palmito, por ejemplo, en reemplazo de los cultivos de hoja de coca.

Cuánto trabajo y lucha demandó a las esferas gubernamentales para persuadir a la comunidad internacional que coca no es cocaína.

Sin embargo, los delincuentes no se detienen a pensar en esas cosas y su ánimo de lucro rápido y fácil es más que suficiente para encarar este tipo de actividades ilícitas y que causan la muerte de las personas que tienen la desgracia de caer en las garras de las drogas.

Es por ello, imprescindible que, a estas alturas, sin incurrir en violaciones a los derechos humanos, matanzas de personas o trazarse el objetivo de coca cero en el trópico de Cochabamba, el Estado siente presencia y persiga, con la ley en la mano, a las organizaciones delictivas que tanto daño son capaces de generar.

Los ejemplos de lo que ocurrió en las décadas de 1980 y 1990 en Colombia y lo que sucede actualmente en México, con violencia extrema, muerte y dolor, deben ponernos en alertas a todos los bolivianos.

Se sabe, además, que, de un tiempo a esta parte, la materia prima para elaborar el alcaloide es hoja de coca peruana, cuya calidad no es adecuada para su uso medicinal o el acullico.