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27/10/24.- Un nuevo reportaje del periodista español Alejandro Entrambasaguas, publicado en "El Debate", destapa reveladores detalles sobre las acusaciones de abuso sexual, trata y tráfico de menores que involucran al expresidente Evo Morales. La investigación, basada en años de seguimiento, presenta pruebas visuales inéditas y documentos que señalan a colaboradores cercanos de Morales como presuntos cómplices de estos crímenes, en una red de encubrimiento que se remonta a los años de su mandato.
El reportaje centra sus acusaciones en dos víctimas principales: Cindy Sarai Vargas y Noemí Meneses. Cindy Sarai, quien habría conocido a Morales a los 14 años como miembro juvenil del MAS, mantuvo una relación con él desde su adolescencia, que resultó en el nacimiento de una hija en 2016. Según el documento, Morales reconoció formalmente a la niña, mientras que la familia de la joven comenzó a ocupar cargos en el Estado poco después, lo que habría facilitado su silencio sobre el caso. Noemí Meneses, la segunda involucrada, fue descubierta en una relación con Morales tras un control policial en 2020, cuando los agentes encontraron imágenes comprometedoras y comunicaciones entre ambos, lo que dio inicio a la investigación formal por abuso y violencia.
El material fotográfico y documental revelado incluye tres imágenes clave que, hasta ahora, se habían mantenido en secreto. Estas fotos muestran a figuras políticas y altos funcionarios del Movimiento Al Socialismo (MAS), algunos de los cuales aparecen con las jóvenes y sus familias en reuniones políticas. Entre los supuestos cómplices se encuentran exautoridades como el exvicepresidente Álvaro García Linera y los exministros Carlos Romero y Sacha Llorenti, además de senadores en funciones como Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza, quienes habrían tenido conocimiento de la relación de Morales con las menores.
El reportaje también describe una red de “lugares seguros” donde Morales supuestamente se reunía con las jóvenes, incluida la residencia presidencial en la Casa Grande del Pueblo y un chalet en Achumani, La Paz, donde se habrían llevado a cabo algunos de estos encuentros. A su vez, detalla cómo funcionarios cercanos a Morales gestionaban la privacidad y seguridad de estos lugares, en algunos casos utilizando personal con pasaporte diplomático cubano para proteger el acceso y evitar cualquier intervención externa.
Además, se incluye declaraciones de figuras claves, como Ruring River Covarrubias, un exmilitar condenado que supuestamente facilitaba el contacto entre Morales y las menores. Covarrubias, detenido y encarcelado en la prisión de Arani tras intentar destruir evidencia de sus nexos con Morales, confesó que recibía órdenes directas para llevar jóvenes al expresidente, refiriéndose a ellas como “ñustitas” o “princesas de sangre real”. La investigación también menciona que el primo de Morales, Hernán Solís Morales, formaba parte de esta red de conexión con las menores.
Los documentos obtenidos por Entrambasaguas revelan que Morales financiaba los viajes y gastos de las jóvenes, quienes realizaron numerosos vuelos y viajes nacionales en Bolivia. En el caso de Cindy Sarai, se registraron 140 vuelos, de los cuales 50 fueron con su hija, a pesar de los escasos recursos de su familia. Se calcula que Morales invirtió más de 110.000 bolivianos en boletos de avión, un gasto considerable que llamó la atención de los investigadores.
Por otro lado, en los registros de comunicaciones telefónicas de Noemí Meneses se encontraron mensajes y fotos enviadas a Morales, algunos de los cuales contenían expresiones de afecto y dependencia emocional hacia el expresidente. Los investigadores destacaron una conversación en la que Noemí celebraba un aniversario de “noviazgo” con Morales, lo cual, según el análisis forense, acredita que la relación comenzó cuando ella tenía apenas 14 años.
Este reportaje también detalla las supuestas presiones que Morales ejerció sobre la policía y la justicia para frenar las investigaciones. De acuerdo con "El Debate", en 2020 se habrían suspendido avances cruciales debido a la influencia de altos mandos de la policía afines al MAS. Las pruebas incluyen imágenes de Noemí con signos de violencia y un charco de sangre, que, según los agentes, fueron documentadas en espacios privados del expresidente.
Entrambasaguas intentó obtener la versión de Morales, quien se ha mantenido en silencio y en paradero desconocido desde que se emitió una orden de aprehensión en su contra.