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Agosto 2024. La seguridad en los cuatro túneles del tramo carretero El Sillar, que conecta Cochabamba con Santa Cruz, es garantizada las 24 horas desde un avanzado centro de control. Estos túneles, con una extensión combinada superior a los 2.670 metros, están equipados con señalización adecuada, vías de escape, iluminación y sistemas de ventilación para la expulsión de gases. Cada uno está vigilado permanentemente por cámaras y cuenta con generadores de electricidad para asegurar la operatividad en caso de fallos en el suministro eléctrico.

Según Nino Bejarano, ingeniero de la empresa Sinohydro, el sistema de monitoreo no solo se basa en personal presente en el centro de control, sino también en reportes automáticos enviados a oficinas centrales. Los túneles 1 y 2, los más largos con 669 y 1.046,3 metros respectivamente, están dotados de botones de emergencia y vías de escape. Además, cuentan con sensores automáticos que activan ventiladores para evitar la acumulación de monóxido de carbono, mejorando así la seguridad para los usuarios.

La carretera de doble vía de El Sillar atraviesa un terreno geológicamente inestable y ha presentado desafíos históricos. Aunque la carretera fue entregada provisionalmente a finales del año pasado, se espera que la entrega definitiva al Estado Boliviano ocurra a mediados del próximo año, tras completar las obras complementarias necesarias para estabilizar los tramos afectados por las lluvias. Este tramo es crucial para el transporte de carga en Bolivia, con un volumen diario de más de 150 mil toneladas entre el oriente y el occidente del país.