• Sociedad
Foto: RRSS
  • Armin Copa

11/2/2025.- La Iglesia Evangélica de Bolivia, representada por su presidente Luis Aruquipa, y el asambleísta departamental Israel Alanoca, han denunciado un acto de discriminación por parte de la Alcaldía de La Paz, al negarse a autorizar el uso de la Plaza del Bicentenario para un evento de oración programado para el 14 de febrero. La razón argumentada por la autoridad municipal fue una restricción de ruido, aunque posteriormente, el mismo espacio fue utilizado para un evento de una empresa cervecera, lo que ha generado indignación en la comunidad evangélica.

"Le niegan al pastor Luis Aruquipa este derecho a la oración, pero autorizan el uso del espacio para una fiesta con excesivo ruido. Hay una clara discriminación que vulnera los derechos constitucionales", señaló Alanoca, refiriéndose a los artículos 4 y 21 de la Constitución Política del Estado, que garantizan la libertad religiosa y de pensamiento.

El 31 de enero, Aruquipa había solicitado formalmente al subalcalde del macrodistrito Centro, Rodney Miranda, el uso de la plaza para llevar a cabo una jornada de oración. En la respuesta recibida, se mencionaba que no se permitiría el uso de equipos de sonido en la plaza a pedido de la rectora de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), María Eugenia García. Sin embargo, el 7 de febrero, el espacio fue utilizado para un evento organizado por la empresa Paceña, que contó con un gran sistema de amplificación.

El presidente de las Iglesias Evangélicas Unidas de Bolivia enfatizó que la Ley 045 es clara al prohibir cualquier tipo de discriminación por religión o creencias. Además, destacó que el acceso a los espacios públicos debe ser equitativo, sin importar el tipo de evento, siempre que se ajuste a las normativas legales.

Ante la negativa de la Alcaldía y la falta de respuesta por parte de la subalcaldía, Aruquipa advirtió que, de persistir la restricción, interpondrán una denuncia penal por discriminación. "Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas instancias, pues exigimos que nos den acceso a los espacios públicos en igualdad de condiciones", concluyó el líder religioso.

Este conflicto pone en evidencia un posible sesgo en la administración de los espacios públicos y genera cuestionamientos sobre las prioridades de las autoridades municipales, en un contexto donde se observa una clara diferenciación entre eventos religiosos y comerciales en un espacio público central de la ciudad.