• Economía
  • Guillermo Nina

9/7/2025.- Las largas filas de camiones en busca de diésel continúan en las ciudades de El Alto y La Paz. “Los choferes deben dormir entre dos y tres días para conseguir diésel ¿Qué se puede hacer? Estamos desesperados, porque ya no podemos trabajar como antes”, sostuvo el dirigente del transporte pesado, Pedro Quispe, quien arremetió duramente contra la Confederación de Choferes de Bolivia, que no se pronunció al respecto.

Los trasportistas están al borde de la desesperación y el colapso por la falta de diésel. Se conoció que el 30 por ciento de los transportistas trabaja como pueden, pues deben hacer largas esperas en surtidores.

“No entiendo, nadie dice nada de la falta de diésel, ni la Confederación ni la Cámara ni las Cooperativas ¿Por qué están callados? El 30 por ciento puede trabajar y el resto espera comprar diésel en las estaciones de servicio”, protestó el dirigente Quispe. 

El representante señaló que el Gobierno Nacional volvió a incumplir los acuerdos firmados, porque la distribución de este combustible es mínima. “Se distribuye entre 10 mil a 15 mil litros de combustible, eso es insuficiente para nuestro sector y si seguimos así, esto va a acabar mal”, comentó.

Quispe no ocultó su malestar por la falta de apoyo a su sector que no trabaja de manera regular desde hace semanas.

El dirigente señaló que se analiza ejecutar algunas medidas de presión, pero deberán ser consensuadas con la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia, la Cámara de Transporte Pesado y las cooperativas de este sector.

“¿Por qué están callados los empresarios y las cooperativas? No piden explicaciones al Gobierno para solucionar el tema de la falta de diésel en nuestro país”, comentó Quispe, quien señaló que la situación de los choferes puede empeorar. La falta de este carburante no sólo se siente en La Paz sino en todo el país, en el eje central, donde los transportistas continúan en las largas filas que hacen ante los surtidores de cada región.

El transporte pesado está al borde de la desesperación y el colapso, por la falta de diésel en los surtidores, y los transportistas señalan que su situación puede empeorar en los siguientes días, en caso de no hallarse una solución.