- Sociedad
- Aleja Cuevas
26/12/24.- Como ocurrió hace 22 años, cuando unas 100 personas fueron beneficiadas con ropa y alimentos gracias a la campaña El Buen Samaritano, este viernes 27, 1,500 personas en situación de calle recibirán ropa, corte de cabello y un plato de comida.
La campaña El Buen Samaritano es una iniciativa de la iglesia Monte de Oración, ubicada en la avenida Montes, de La Paz, que moviliza a instituciones y voluntarios para brindar ayuda a la población vulnerable durante estas fechas. Esta actividad comenzó con el pastor Efraín Alarcón y su hermano Henry Alarcón, cuya hija Daniela Alarcón continúa con el legado.
“Una noche, el pastor Efraín vio a indigentes bajo la lluvia, les dio su chamarra y algo de comida, pero no fue suficiente, y así nació campaña el Buen Samaritano”, recordó.
Inicialmente, la entrega de alimentos estaba destinada a 50 personas, pero ese día aparecieron 100, lo que evidenció la gran necesidad. “Ellos esperan cada año esta actividad, como cualquier persona espera regalos y un plato de picana”, expresó Daniela Alarcón.
La campaña ofrece una ayuda integral a través de ocho pasos: recoger a las personas en sus lugares de residencia; registrar sus datos; proporcionarles un baño; cambiarles de ropa; cortarles el cabello; brindar atención médica; dedicar un tiempo para oración; y, finalmente, ofrecerles un plato de picana.
En estos 22 años de trabajo del Buen Samaritano, se logró sacar de situación de calle a al menos unas 100 personas. “Podemos decir que contamos con testimonios de alrededor de un centenar de personas”, dijo.
Para esta nueva versión que se realizará mañana, se espera atender de 1.200 a 1.500 personas. Desde muy temprano, un grupo de voluntarios trasladará a las personas en situación de calle, desde los lugares alejados hasta los ambientes de Monte de Oración. “Será desde las cinco y media de la mañana, irán en caravana para recogerlos”, detalló Alarcón.
Destacó que entre los aliados se encuentra el Servicio General de Identificación Personal (Segip) que, en estos tres años, entregó el carnet de identidad a las personas que no lo tenían.
Aún se requieren donaciones de zapatos, toallas, aportes para la compra de juguetes y para la picana se necesitará todavía más carne de pollo.
Daniela Alarcón es la tercera generación en la obra del Buen Samaritano, porque considera que “Dios nos enseña a dar y poner nuestra mirada en las personas que no tienen las mismas condiciones”. Añadió que, al igual que su padre y su tío, su abuela también puso sus manos en esta obra para trabajar con los más necesitados.