• Economía
  • Gregory Beltrán

17/11/2024.- Varios países de la región ya empezaron a desarrollar la producción de energía renovable limpia en base al denominado hidrógeno verde. En Chile, por ejemplo, está el proyecto Haru Oni, una planta que produce “eCombustible” a base de hidrógeno verde y pretende convertirse en el país de la región con el producto más barato del planeta. 

Estamos ante la producción de un combustible renovable, ecológico o neutro en carbono que se obtiene de materias primas circulares y que no produce emisiones de gases de efecto invernadero. Bolivia ya tiene un proyecto, que actualmente se encuentra en la Asamblea Legislativa y que de aprobarse el Gobierno calcula que se podría implementar en un año.

El viceministro de Energías Alternativas, Álvaro Arnez, explicó a La Prensa que el hidrógeno verde se lo puede mezclar con el gas natural para obtener una combustión con mayor poder calorífico y podrían ser los hornos de la Empresa Metalúrgica de Vinto donde se empiece a probar su real capacidad.

Hidrógeno verde.

El hidrógeno verde es un combustible limpio, se produce utilizando fuentes de energía renovable, como el sol o el viento. Arnez detalló que “a partir de un electrón se separa el hidrógeno del oxígeno y este hidrógeno es el combustible, ese hidrógeno que puede mezclarse con el gas y también obtener mediante otros procesos, el metanol que se puede mezclar con el diésel”.

Consideró que podría ayudar a paliar a futuro las importaciones, pero principalmente a producir un combustible amigable con el medio ambiente.

Las autoridades gubernamentales presentaron esta propuesta en Oruro, debido a que es donde se tiene pensado construir un proyecto piloto, pero también hay la posibilidad de construir otro en Villamontes y Santa Cruz, “entonces, poco a poco estamos avanzando y esperamos ya el siguiente año empezar con la implementación de estos proyectos piloto”.

Si bien será, en principio, una producción pequeña, esto le permitirá al país profundizar el conocimiento de este combustible ecológico con una inversión prevista de casi 10 millones de dólares.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es una de las entidades financieras que está fomentando este proceso con recursos a fondo perdido, además de las Naciones Unidas y el Gobierno del Perú.

Una de las propuestas iniciales de este plan es mezclarlo con el gas natural que se produce en Bolivia para incrementar su poder calorífico. Se está proyecta destinar, en principio, a los hornos de Vinto para obtener una mayor cantidad de energía. Arnez aclaró que no se requiere hacer ninguna adecuación de sus instalaciones. También se tiene previsto mezclarlo con la gasolina y el diésel, lo que permitiría importar menos cantidad de estos combustibles.

Además, hay una propuesta para emplear el energético en los hornos de la Empresa Siderúrgica del Mutún para dotarle de energía calórica “sería el escenario ideal y obviamente cuando nosotros hagamos algún tipo de proyecto de manera inicial en Santa Cruz lo haríamos para la generación eléctrica”, dijo Arnez, a tiempo de anticipar las posibilidades que se abren con este recurso que empieza a convertirse en una alternativa.