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En Argentina se había anticipado que concluiría definitivamente la compra de gas natural boliviano, sin embargo, la última decisión del Gobierno de Javier Milei de suspender las obras de Vaca Muerta reactivó el interés por el energético y se espera firmar una nueva adenda de compra y venta que le podría representar para el país un ingreso adicional de 180 millones de dólares.
El viceministro de Exploración, Raúl Mayta, reveló ayer que el interés de Brasil por el gas natural persiste y la demanda bordearía los 10 millones de metros cúbicos diarios.
Esta creciente demanda del energético boliviano obliga al Gobierno de Luis Arce a apresurar cambios en la normativa hidrocarburífera e incrementar inversiones en exploración, tal como ocurre en el norte del departamento de La Paz, donde Mayta dijo que se invierte unos 60 millones de dólares en trabajos cuyos resultados se conocerán en los próximos dos meses. Si bien se iniciaron trabajos en Lliquimuni, en las nuevas áreas “se ha verificado la existencia de estructuras, por lo que cabe la posibilidad de potencial gasífero”, dijo.
La autoridad eludió anticipar una fecha probable del anuncio para definir si hay algún yacimiento, “no voy a especular sobre el tema, la verdad es que nosotros le estamos dando la seriedad y el contexto que esto merece, en el entendido de que es un proyecto operativo. Es un proyecto de exploración, es una inversión fuerte que se realiza en el área, estamos hablando de alrededor de 60 millones de dólares que merecen justamente que se tenga toda la seriedad del asunto sobre respecto a la ejecución de las pruebas de producción”, afirmó.
En mayo, el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, visitó el área en que se realizan las pruebas que se realiza en el pozo Mayaya Centro-X1 de Investigación Estratigráfica en Lliquimuni, una zona del subandino norte de Bolivia, luego de concluir la perforación de un pozo. “Estamos buscando una nueva cuenca hidrocarburífera”, explicó Dorgathen en el municipio de Alto Beni, provincia Caranavi, La Paz.
Este recurso se va a terminar, entonces hay que ir a buscar nuevas cuencas. Por suerte en Bolivia, en el norte del país, tenemos dos posibles cuencas, señaló.
Por: Gregory Beltrán