- Seguridad

- Carmen Challapa
9/4/2025.- La muerte del dirigente cocalero Yonny C.R. (30), ocurrida el 26 de marzo en la región del Chapare, Cochabamba, genera repercusiones. Las declaraciones de testigos, sindicados y jefes policiales ante el fiscal asignado al caso muestran contradicciones e inconsistencias en el proceso investigativo. El presidente Luis Arce ordenó una investigación profunda e inmediata debido a estas discrepancias.
Tres policías, Delin L. B., José L. M. C. y Ovidio A. M. T., permanecen bajo detención preventivae por su presunta participación en el caso y enfrentan procesos judiciales y administrativos.
El principal testigo de este hecho, Aquilino Sandoval Ayala (44), fue aprehendido por los uniformados durante el operativo de captura de Ariel Villarroel, un peligroso antisocial dedicado a cometer sicariatos, secuestros, tráfico de drogas y otros delitos. Sandoval Ayala fue señalado como el perseguido por un informante de la Policía apodado “El Bocha”, razón por la que uno de los uniformados procedió a su aprehensión.
“Conversaba junto a otras personas del sindicato de transporte Carrasco, en el local Tropical City ubicado en la calle Mortinson de la localidad de Ivirgarzama. De manera sorpresiva, llega la Policía en un auto Caldina sin placa, color plomo. Bajan del vehículo y directamente nos dicen ‘alto, policía’, disparan tres veces al aire y luego vienen hacia mí y me llevan por la fuerza.”
Por otro lado, las declaraciones de otros testigos que bebían en el lugar refieren que, un hombre con chaleco antibalas, polera blanca y pantalón de caqui se acercó y aprehendió a Sandoval, lo condujo hacia el vehículo, fue cuando la ahora víctima, se habría abalanzado contra el uniformado quien, le disparó en una de las extremidades inferiores, segundos después percuto dos disparos más uno de los que alcanzó al omóplato del dirigente cocalero.
“Una vez fuera del vehículo, me acerqué al grupo de personas sospechosas. Cuando se acercó el informante y señaló a Baptista, quien aseguró que se trataba de Ariel Villarroel, pedí apoyo a los dos efectivos de la FELCC Ivirgarzama y tomé la decisión de reducir al sospechoso, sujetándolo por atrás. Puso resistencia al llegar al vehículo; uno de los sargentos abrió la puerta.
Logré divisar a otro sujeto con polera ploma, quien sacó un arma de fuego, me apuntó y disparó hacia mi persona. De forma inmediata, en legítima defensa para repeler la agresión, disparé debajo de su cintura. Después, hice otros dos disparos al aire con mi arma de reglamento”, declaró.
Estos balazos impactaron contra la humanidad de Yony C. R., quien era dirigente juvenil de los cocaleros asentados en el trópico del departamento de Cochabamba.
La declaración de otros testigos indica que, después del incidente, los presentes se retiraron del lugar sin prestar auxilio médico a la víctima. Los uniformados regresaron minutos después para realizar el levantamiento legal del cadáver, que no fue identificado hasta cinco días después.
Un testigo afirmó que el senador Leonardo Loza aseguró no conocer a la víctima, a pesar de que las personas que estaban bebían con él sí lo conocían. “No lo auxiliaron, lo dejaron desangrarse y se fueron”, agregó el testigo.
El comandante departamental de la Policía de Cochabamba, Edson Claure, aseguró en una conferencia de prensa que se difundieron afiches por toda la región tropical para identificar a la víctima. Durante varios días, nadie se presentó a identificar el cuerpo.
Cinco días después se conoció que se trataba de un dirigente social local.