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Un artículo publicado recientemente por el influyente diario español El País da cuenta de que el 82,4 por ciento de los ciudadanos peruanos —vale decir, quienes tendrán el deber y el derecho de votar en los próximos comicios nacionales— no tiene una tendencia definida. Eso significa que apenas menos de la sexta parte tiene una preferencia definida y más de ocho de cada 10 personas, no saben por quién votarán.
El caso se agrava porque el Jurado Nacional de Elecciones tiene registrados a 28 partidos políticos, mientras que representantes de otras 19 organizaciones en gestación tramitan su reconocimiento.
Para hacerlo, se necesita presentar el apoyo de 3 por ciento de los electores de la anterior votación nacional, lo que en buenas cuentas representa 531.412 firmas, pero en caso alguno se trata de conseguir militantes. Son solamente adherentes a estas agrupaciones políticas, quienes no tienen obligación alguna hacia la organización ni deben cumplir obligación alguna.
LA ENCUESTA
Una reciente encuesta levantada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), una respetada organización no gubernamental fundada en 1964 por un grupo de destacados intelectuales, publicó recientemente la encuesta que muestra el descrédito del sistema de partidos políticos en este país, pues ninguna de las organizaciones logra superar el 1 por ciento de respaldo popular.
Acción Popular (AP), un partido de orientación democrática y conservadora, es el mejor situado en la encuesta, pero apenas recibe al 0,6 por ciento de apoyo popular.
AP fue fundado por el expresidente peruano Fernando Belaúnde Terry.
La anulación de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), como requisito para que los partidos designen a sus candidatos presidenciales, es una de las causas —de acuerdo con el informe de El País— de la atomización, pues de esa manera, las organizaciones se verían en la obligación de reclutar verdaderos militantes y generar ideología, lo que no sucede en la actualidad.
De acuerdo con analistas, la informalidad para el registro de los partidos ha dado lugar a un “mercado de firmas”, en el que los responsables de los partidos pagan para que las personas llenen con sus datos los libros de adherentes.
Se ha abierto un espacio en el que por necesidad, las personas “venden” sus firmas.
DOS VIEJOS PARTIDOS
En los próximos comicios generales, los votantes encontrarán cuando menos a dos “viejos conocidos” de las lides democráticas: el Partido Aprista Peruano (PAP o Alianza Popular de la Revolución Americana), que en mayo pasado celebró un siglo de existencia, y el Partido Popular Cristiano (PPC), que participa en la vida política de este país hace 58 años.
El PAP, fundado en 1924 por Víctor Raúl Haya de la Torre, viró desde posiciones progresistas hasta ubicarse actualmente como un movimiento político conservador y neopopulista, que logró recientemente su reincorporación a la JNE, en tanto que el PPC es una organización de derecha neoliberal y conservador, que perdió su personería jurídica en 2001, pero que la recuperó a principios de mayo pasado.
Ni el regreso de antiguas agrupaciones parece levantar el interés de los peruanos por el sistema político.
Por: EFE