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  • Armin Copa

Tras la posesión de los nuevos ejecutivos del Banco Central de Bolivia (BCB), el presidente Rodrigo Paz señaló que el ente emisor “deja de ser una caja chica” del Gobierno, al tiempo que instruyó una gestión basada en la disciplina fiscal y monetaria, la transparencia y la rendición de cuentas, en medio de una situación económica "compleja" heredada del anterior gobierno.

“La decisión, que hemos asumido como Gobierno, es que esto deja de ser una caja chica (del Gobierno de turno) y empieza a funcionar como un banco para todos los bolivianos”, manifestó Paz desde el Palacio Quemado. El mandatario enfatizó que es momento de que el ente emisor tome decisiones vinculadas al "interés de la patria" y no a intereses políticos.

El jefe de Estado posesionó a David Espinoza Torrico como nuevo presidente del Directorio del BCB, junto a cuatro miembros de esta instancia: Walter Fernando Orellana Rocha, Álvaro Alfonso Romero Villavicencio, Denisse Susan Martín Alarcón y Claudia Pacheco Ayala.

Paz describió la situación institucional como crítica, mencionando que en pocos días de gestión encontraron un Estado “que es una cloaca de dimensiones extraordinarias”, y recalcó la necesidad de que la población sepa cómo se usan los recursos públicos.

Por su parte, el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, respaldó la nueva dirección del BCB y señaló que el desafío es reconstruir la economía, pues lo que se heredó son “problemas, desinstitucionalización, desabastecimiento y falta de liquidez”. Espinoza resaltó que la designación del nuevo directorio responde a la meritocracia y a la capacidad técnica que demanda el momento, contemplando que “el déficit fiscal no se puede seguir financiando con emisión del Banco Central”.