• Seguridad
  • Carmen Challapa

Una adolescente de 16 años proveniente del departamento de Beni fue rescatada por la Policía y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de El Alto en un operativo sorpresivo realizado en alojamientos ubicados en la zona 12 de Octubre. Ella había sido captada por un extranjero por medio de las redes sociales.

 “Me obligaba a prostituirme, todos los días traía a hombres de diferentes edades; lo conocí por las redes sociales me ofreció trabajo como mesera y por necesidad acepté venir con él”, relató cuando fue rescatada.

Durante el primer semestre de este año, en el país 40 niñas y adolescentes de 10 a 17 años y víctimas de violencia sexual comercial, fueron rescatadas de redes de proxenetas en el país.

Todas reciben atención ambulatoria en el establecimiento especializado para la atención de estos casos. 
La responsable de la fundación Munasim Kullakita, Anelisse Cruz, explicó que el único hogar especializado para la atención de estos casos se halla en la ciudad de El Alto, por lo que reciben a víctimas bolivianas y extranjeras, quienes provienen de todo el país, donde sufrían los vejámenes y abusos.

Al ser el único centro especializado para la atención de estas personas, la capacidad de albergue no se da abasto, por lo que sugieren que el Gobierno pueda brindar mayor atención a este sector y abrir centros de acogida especiales para la atención y contención de estas víctimas.

Entretanto, en las cuatro semanas precedentes, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de El Alto, junto a la Policía y el Sedeges, realizaron intervenciones en alojamientos “reincidentes” en esa zona alteña, donde rescataron a 10 adolescentes víctimas de este comercio ilegal.

“Logramos intervenir en tres alojamientos el pasado fin de semana, encontramos a tres adolescentes de 16 y 17 años, estaban en habitaciones con hombres adultos. La Policía y el Ministerio Público investigan si ellas eran obligadas por alguna organización, esta investigación se la realiza de manera confidencial”, refirió Cristian Chipana, responsable de la Defensoría de la Niñez.

La autoridad explicó que los propietarios de estos locales incumplen leyes vigentes al permitir que sus habitaciones sean usadas por trabajadoras sexuales, por lo que advierten  de que los operativos, sobre todo en la zona mencionada, serán permanentes.

“Son los mismos vecinos quienes denuncian que adolescentes y niños ingresan a estos alojamientos, esto representa un peligro inminente para ellos, además de que estos alojamientos permiten el comercio sexual de manera irregular se torna atractivo para aquellas personas que se dedican a la explotación sexual”, indicó el funcionario edil.

Pero, ¿qué sucede en la ciudad de La Paz? Hay zonas determinadas donde funcionan lenocinios y casas de tolerancia que, si bien su funcionamiento no está prohibido, no son objeto de controles por parte de la Policía para evitar la presencia de personas menores de edad, lo que no se permite.

Vecinos de la avenida América y la plaza Alonso de Mendoza denunciaron que no sólo son testigos del ingreso de adolescentes, sino que en su interior, los clientes consumen alcohol.

“A veces ingresan estudiantes con sus uniformes, pedimos a la Policía que controle esta situación. Además, muchos de estos locales están cerca de unidades educativas, y eso no es adecuado para nuestra juventud”, protestó una vecina.
Someter a violencia comercial sexual a una persona es un delito, cometerlo contra adolescentes es peor.