• Sociedad
  • Susana Salinas

En voz bajita mientras mira de reojo, una vendedora que tiene un puesto cerca a la Plaza del Bicentenario, ubicado frente al atrio de la Universidad Mayor de San Andrés, dijo: “Me da pena cómo está nuestra plaza”.
La comerciante, al igual que otras personas dedicadas a similares actividades en inmediaciones de la “plaza seca”, como fue bautizada por la gestión edil de entonces, se quejan por el deterioro de esta obra, por donde a diario transitan decenas miles de personas, tal vez más.
La obra estuvo a cargo de las  empresas constructoras Fénix, Olimpo y Ponce SRL.
Este lugar representa para muchos “el punto de encuentro y la expresión cívica y cultural”, pero con el paso de los años, fue descuidada.
De acuerdo con datos de la Alcaldía, la obra tiene una superficie de 1.343 metros cuadrados, que fueron recubiertos por piezas de alto tráfico, que por el uso, se quebraron en muchos sitios.
El lugar denominado “nudo Villazón”, constaba una vía  con cuatro carriles: dos de subida y dos de bajada, a desnivel del atrio de la UMSA y las aceras de la avenida Villazón; que unen  ahora con orden 
la avenida Arce con la Plaza del Estudiante y el centro. 
Fue inaugurada en marzo de 2010,para rendir homenaje al Bicentenario de la Revolución del 16 de julio dde 1809 y demandó una inversión de 2.100.000 dólares, financiados por el Gobierno, la Universidad Mayor de San Andrés y la Alcaldía de La Paz, a fin de generar un espacio nuevo sobre la vía de cuatro carriles, para darle utilidad y modernidad al sector.
Al ser consultada sobre el descuido de este concurrido espacio, la rectora de la UMSA, María Eugenia García Moreno, comentó brevemente “es un desastre, ya mandamos varias notas a la Alcaldía y no respuesta respuesta sobre este tema”.
En la Alcaldía, cuando este medio buscó conocer si existe algún plan de revitalización, refacción, o al menos limpieza de los predios, desde la oficina edil de la Agencia por el Bien Común, indicaron que el responsable, Guilherme Tortato, está de viaje. No obstante prometieron informar posteriormente.
Además, los pasajes aledaños a la UMSA son urinarios públicos, pues grupos de jóvenes beben en esos callejones y los ensucian.