UNA GRIPE CONTAGIÓ LA COPA 1918
Tras el primer torneo en Buenos Aires y el segundo, al año siguiente, en Montevideo –ambos ganados por Uruguay–, era el turno de Río de Janeiro para ser anfitrión.
Una epidemia de gripe postergó el encuentro en 1918, que finalmente se jugó en 1919. La terrible enfermedad obligó a un país que ya estaba enamorado del fútbol a esperar con paciencia y entusiasmo el evento.
El tercer torneo rompió la hegemonía de Uruguay, que había ganado las primeras ediciones, en una época dorada del fútbol charrúa que terminó con la obtención del Mundial de 1930.