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Las mujeres y los ancianos son los sectores más dedicados al comercio formal e informal en la vía troncal de la ciudad de La Paz, entre la intersección de la avenida Montes con la calle José Mariano Serrano, hasta la esquina de la avenida 16 de Julio y la calle Batallón Colorados, donde los gremialistas venden comida, audífonos, libros, dulces, pañuelos, refrescos, ropa e incluso artesanías.

“La mayoría somos mujeres, tal vez más del 80 por ciento. Muchas somos madres solteras o viudas, aunque también hay algunas jovencitas”, relató Eugenia Aduviri, afiliada a la asociación gremial de la avenida Mariscal Santa Cruz.

Con un gesto amable, relató que muchas personas saliero0n a las calles a vender durante y luego de la pandemia, porque habían perdido sus fuentes laborales.

“En la esquina de Correos, una señora que era secretaria en un Ministerio salía a vender chocolates porque decía que la despidieron y solita mantenía a sus dos hijitos”, refirió Regina Vargas, mientras acomodaba una caja de chocolates en un quiosco, ubicado entre la calle Colombia y la vía troncal.

El comercio formal e informal se incrementó luego de 2021. En un recorrido realizado por La Prensa en ese tramo, se contabilizó al menos 260 anaqueles pequeños y medianos.

A ellos se suman, cerca de 100 vendedores informales, que comercian audífonos, galletas, chocolates, cereales tostados y diversos productos. Otra característica es que muchos de los comerciantes son ancianos.

“Voy a cumplir 70 años y hace 10 años que vendo aquí (en El Prado, frente a la calle Campero), alquilé este quiosco y luego me lo compré y con esto mantengo a mi esposa. Mis hijos ya no viven con nosotros”, relató Segundino Condori, quien afirmó que paga patente y que esta actividad le da sustento.

Como ellos, decenas de personas se dedican al comercio formal e informal.

La Ordenanza Municipal 101/94, “dispone la inamovilidad de puestos de venta de gremiales, artesanos, comerciantes minoristas que cuenten con las autorizaciones respectivas”, por tanto, quienes cuentan con patentes no pueden ser retirados ni reubicados, salvo casos extraordinarios como lo que ocurre en la plaza San Francisco.

En el centro paceño, los espacios están delimitados por kioscos y otras áreas, y el costo de los patentes oscila entre 30 y 70 bolivianos anuales, según el espacio que ocupan, los horarios y el rubro, informaron los gremialistas.

Según la dirigencia del sector, en todo el municipio se emitieron cerca de 32 mil patentes, y de ese total el 45 por ciento está en el macrodistrito Centro. “En 2022, hemos hecho un registro y sabíamos que en La Paz había unos 110 mil gremialistas, entre quienes tienen patente y los informales”, detalló Filomena Rada, exdirigente de ese sector de comerciantes.

Por: Luis Mealla