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Con los dientes castañeando, con claras muestras de cansancio y con la natural dificultad para respirar, así llegaron ayer a la meta los más de 100 nadadores que desafiaron las aguas gélidas del lago Titicaca en la XXV versión del Cruce del Estrecho de Tiquina, denominado “Prueba al valor y la altura” en Aguas Abiertas.

La jornada comenzó a las 8:30, los competidores fueron convocados por categorías, para que realicen el respectivo calentamiento, pues se les presentaba una prueba exigente por las condiciones del agua, que a esa hora la sensación térmica era de -4 grados centígrados. Y no se les podía escapar un solo detalle a los organizadores.

Los más entusiastas fueron los padres de familia que se trasladaron hasta la población de Tiquina, cada uno se daba modos para colocar a sus hijos pomadas, como vaselina y otros ungüentos, que sirven “para que el agua resbale”, mencionaron.

El traje de neopreno era algo complicado colocarse, por lo menos eso dijeron quienes competieron en la categoría 14-15 años, que fue la que se habilitó ya que los de 12 años eran pocos, pero igual se metieron al agua.

La prueba se inició a las 9:00 en San Pablo con la categoría 14-15 años, damas y varones; el grupo se acercó al lugar de partida, unos mojaron su cuerpo con el agua, otros prefirieron caminar hasta el lugar de largada, antes saludaron a quienes los miraban. Comenzó la cuenta regresiva y comenzaron a nadar.

Cinco fueron los primeros en pedir apoyo para salir del agua, los miembros de la Armada Boliviana del Cuarto Distrito Naval Titicaca, que custodiaban a los nadadores, inmediatamente los socorrieron y así pocos llegaron a la meta.

Era la primera categoría. Al llegar a San Pedro el grupo más de un padre derramó lágrimas, abrazaron a sus hijos tras cubrirlos con las mantas, que era una de las recomendaciones, y no faltó el mate de coca caliente para entrar en calor.

“Sentí que el agua golpeaba mi cara, este año el oleaje estaba más fuerte, casi no veía, se me entumeció el cuerpo, pero al final de todo fue una gran experiencia”, dijo Fabricio Mamani, quien fue el ganador de la categoría 14-15 con un registro de 11’48”00 con un recorrido de 800 metros.

Tras llegar todos los competidores de esa categoría arrancaron las demás; las pruebas se prolongaron durante toda la mañana y parte de la tarde, pues habilitaron más de 10 categorías; cada deportista seguía su rutina antes de meterse al agua, más de uno dijo que lo recomendable era comer dos horas antes para evitar cualquier inconveniente.

Hubo algunos casos de hipotermia, pero los médicos estaban atentos para cualquier emergencia, la atención fue inmediata, y algunos competidores presentaron mareos y fueron auxiliados, las más alarmadas eran las mamás que querían ver a sus hijos, impidiendo el trabajo de los especialistas. Hubo 20 abandonos.

PREMIOS

Autoridades de San Pablo y San Pedro de Tiquina estuvieron presentes en la ceremonia de entrega de premios, también la directora del Servicio Departamental de Deportes (Sedede), Carmen Callisaya, quien agradeció a los nadadores por participar en la complicada prueba.

Los tres primeros de cada categoría recibieron medallas de oro, plata y bronce, al primero también le entregaron un trofeo.

Por: Jeovana Bernabé