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El 22 de febrero del año pasado, empezó el tormento del padre de José Luis Chuquimia Apaza (25). Desde entonces, a diario Lucio Chuquimia se dirige a las oficinas de la Fiscalía en El Alto, y después se traslada a la fuerza anticrimen, con la ilusión de obtener noticias sobre el paradero de su hijo.
“He dejado de trabajar, hace más de un año y medio que ya no trabajo porque quiero encontrar a mi hijo, todos los días voy a la Fiscalía, pero creo que dejaron de buscar a mi hijo porque nunca me dan una respuesta sobre su caso”, contó el padre del desaparecido.
Por: Carmen Challapa Lea la nota completa comprando la edición impresa de La Prensa