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¡Están de vuelta! Cerca de 70 educadores urbanos , popularmente conocidos como Cebras retornaron desde ayer, después de medio año, a trabajar en las principales calles de La Paz, para promover la educación vial en la ciudadanía, informó el secretario edil de Culturas, Rodney Miranda.

“El ícono de los paceños, el ícono de lo que significa la cultura ciudadana hoy vuelve, estábamos a la espera de la aprobación del Concejo”, afirmó el funcionario.

En ese marco, pidió a la ciudadanía paciencia, tolerancia y respeto a las cebras, que “educan y hacen un trabajo de formación ciudadana”. El retorno de estos emblemáticos personajes se registró ayer, en la plaza Venezuela, donde se realizó un acto oficial antes de recorrer por El Prado paceño, donde la población les dio la bienvenida a los 70 jóvenes y señoritas que son parte del proyecto, 15 más que el año pasado.

En diciembre de 2023, el grupo de educadores dejó de salir a las calles, pues concluyó el plazo del convenio suscrito con el Hogar de Niños Alalay. Desde entonces, su ausencia se sintió en las calles paceñas.

El pasado 19 de febrero, la Alcaldía de La Paz suscribió la renovación del convenio de cooperación con esa entidad para que los jóvenes y señoritas formen parte de este proyecto local.

“Teníamos que haber salido el 12 de abril. Es más, ya ganamos tiempo al convocar y capacitar a las cebras. Sólo esperábamos que el Concejo pueda definir de una vez su directiva, tratar el convenio e inmediatamente las cebras van a estar en las calles”, dijo Miranda en aquella oportunidad.

Después de todo ese tiempo, el pasado miércoles el Concejo Municipal aprobó la Ordenanza Municipal Nº 4280, que autoriza el convenio de cooperación entre la Alcaldía La Paz y el Hogar de Niños Alalay para dar continuidad a este programa que comenzó en 2001, bajo la gestión edil de Juan del Granado.

Miranda detalló que desde 2022, los educadores urbanos ya no sólo educan a la población en normas de vialidad, sino que gracias a las alianzas estratégicas que consolidó la Alcaldía con instituciones como la Fundación Alalay, el trabajo de estos jóvenes voluntarios se ha diversificado en áreas como el cuidado del medio ambiente y la cultura de paz, además del fortalecimiento de la cultura ciudadana en La Paz.

La Fundación Alalay trabaja desde hace más de 30 años en favor de los derechos de la niñez y adolescencia en Bolivia, pues se dedica a consolidar espacios de formación infantil.

Muy pronto, las cebras conquistaron el aprecio y el corazón de los paceños.

Por: Luis Mealla