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  • Freddy Grover

En 2019, la irrupción de la pandemia y, más tarde, el boom de la Inteligencia artificial (2022) se volvieron dos hitos de inflexión para la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que hoy tiene la tarea de actualizar su oferta académica.

En respuesta a los nuevos desafíos del mercado educativo y laboral, se empezó a un viraje tecnológico, que permitirá, en el corto plazo, contar con una renovada oferta académica, querincluirá más de 20 carreras virtuales.

“La coyuntura nos obligó a dar un salto de al menos 10 años, que estaba planificado para 2030, según los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, informó Julio Cesar Irahola, secretario académico de la UMSA, al referirse al pacto mundial de 17 objetivos, suscrito en 2015 por 193 países.

El cuarto objetivo es llegar a desarrollar una educación inclusiva y de calidad.

Una de las primeras respuestas de la UMSA, ante la nueva coyuntura, fue explorar la optimización de los recursos tecnológicos para mejorar el proceso educativo. “Muchas carreras no tenían sistemas, ni siquiera de educación semipresencial, algunas ya tenían una oferta virtual. Sin embargo, esta modalidad fue más marcada en diplomados, maestrías y cursos de pregrado”, indicó Irahola.

La Inteligencia Artificial (IA) comenzó en 1943 con la propuesta de los estadounidenses Warren McCulloch y Walter Pitts de crear un modelo de neuronas artificiales; ahora considerada la primera inteligencia artificial, cuando no existía ni el término.

“Aunque desde 1980 se empezó a trabajar con la IA, para nosotros 2022 llega en un auge repentino”, dijo.
La irrupción puso bajo la lupa la oferta académica. “Por ejemplo, en Contaduría se maneja mayor volúmen de datos, ya no se usan las operaciones con calculadora, papel o a lápiz; sino que demandan la computadora y la intervención de la inteligencia artificial”, dijo.

Todo el panorama descrito impulsa a la UMSA al viraje. “Estamos en un proceso de estudio de mercados laborales para todas las carreras y los programas. Esto nos permitirá generar planes de estudio renovados, nuevos”, acotó la autoridad.

En la actualidad, la UMSA cuenta con 13 facultades, 53 carreras y 37 programas.  Irahola consideró que este proceso “puede llevar a pasar algunas carreras a la modalidad de programas”, mientras la primera es una formación prolongada, la segunda, dura menos tiempo y responde a una necesidad inmediata.

Por ahora, los programas, por lo general, se desarrollan en las sedes rurales, de acuerdo con las necesidades de los estudiantes.

“El mercado dirá si algunas carreras se convertirán en programas, o al revés”, dijo.

Sin especificar qué carreras serán susceptibles a convertirse en programas, Irahola explicó que la formación académica que involucra actividades manipulativas (como Medicina, Odontología, ingenierías tecnológicas, etc), pueden requerir mayor presencia de la persona, mientras que “otras podrían ser netamente automatizadas”, refirió.

Con una resolución del Consejo Universitario, la casa de estudios superiores empezó a realizar un diagnóstico para la innovación curricular, que implica el “rediseño de las carreras y de sus planes de estudio. Pueden ser de ajuste y otras de complementación”.

El inicio de este trabajo de reingeniería, que debería contar ya con nuevas carreras, está previsto para junio de 2026. “Estamos a marcha acelerada. Todos los procesos deben pasar por revisión técnica y aprobación antes de ser implementados”, anticipó. Después del visto bueno, empezará una nueva etapa, que involucra desde la capacitación a los docentes, adecuación de infraestructuras, preparado de contenidos, etc.