- Sociedad
- Susana Salinas
En San Ignacio de Velasco, dos puntos inmensos de incendio forestal agotan las fuerzas de bomberos, comunarios y autoridades, quienes dedican al menos 12 horas de trabajo a sofocar las llamas en las áreas afectadas.
A 74 kilómetros de ese punto, en San Rafael, el panorama también es desesperante, tras la formación de un frente de fuego de al menos 80 kilómetros, que las fuerzas de 15 bomberos no son suficientes para aplacar.
Sin embargo, tras el clamor del alcalde Jorge Vargas, las autoridades se comprometiaron a reforzar la lucha contra el fuego con al menos 40 bomberos. Vargas pide desde hace tres meses la creación de un comando de incidencia, porque no cuenta con la capacidad ni logística, ni económica para atender los incendios.
En San Rafael, al menos 500 mil hectáreas están quemadas. En este momento, el fuego avanza por la parte este del municipio, por San Matías y se une con el que procede de San Ignacio de Velasco, además de diferentes incendios locales.
En San Ignacio de Velasco, los esfuerzos se concentran en mitigar tres áreas de incendios, explicó Cristian Méndez Roca, presidente del Consejo y del Comité de Emergencia Municipal. El primero está en la comunidad Florida, donde parte del parque Noel Kempff Mercado está en llamas. En este lugar se encuentran bomberos brasileños y bolivianos.
“Tenemos personal, pero no logrística”, comentó al explicar que los 100 bomberos sólo cuentan con dos camionetas de comunarios con capacidad para trasladar a 20 personas al lugar.
Además, falta el combustible. “Son 20 kilómetros en medio de la jungla que no se puede hacer a pie”, comentó, luego de mencionar que también falta maquinaria para ayudar a controlar el fuego.
Otra zona afectada es la de Bajo Paraguá, donde “las llamas alcanzan 16 kilómetros de cabeza”. En este lugar, comentó, también hay dificultad para desplazarse, pues no se cuenta con la cantidad suficientes de vehículos en el lugar.
“Los bomberos trabajn en condiciones precarias, lo único que les podemos ofrecer es una escuela, o debajo de los árboles”, dijo.
En Picaflor, por ejemplo, hay solo un servicio sanitario.
“Tratamos de proveerles agua hidratante, médicos también les dan la atención básica para que recuperen sus fuerzas”, comentó al acotar que muchos de los bomberos provienen del occidente y sufren alergias por picaduras de abejas.
La alimentación también es otro problema. “Hasta aquí hemos alimentado a todos de la solidaridad, de raciones secas como arroz o fideo y agua; pero ya se agotan los alimentos”, acotó.
Además, la autoridad edil identificó que un tercer punto de emergencia está en Suponema, muy cercana a la zona urbana municipal. En ese sector, los incendios llevan 50 días y se afectaron a unas 100 mil hectáreas. “En total, en San Ignacio debe haber un millón y medio de hectáreas afectadas”.
Méndez indicó que si se llega a quemar el Parque Noel Kempff Mercado y el área de Bajo Paraguá, que suman cerca de 2,5 millones de hectáreas y se perderá un espacio incuantificable de biodiversoidad. Calculó que en el Parque Noel Kempff se afectó hasta ahora 300 mil hectáreas y en Paraguá al menos 900 mil.
A su vez, el Alcalde de San Rafael sostuvo que en su caso, hasta ayer “ni siquiera se realizó un sobrevuelo”.