- Sociedad
- Susana Salinas
Neumólogos, autoridades, bomberos, pobladores afectados y otros sectores exigen al Gobierno que declare estado de “desastre nacional” a causa de la densa humareda que cubre a casi todo el país como resultado de incendios forestales y quema de pastizales que devastan más de cuatro millones de hectáreas en cuatro departamentos.
Desde hace dos meses, el fuego no da tregua en el oriente, donde más de cuatro millones de hectáreas han sido consumidas por el fuego, de acuerdo con datos de la Fundación Tierra.
Los pobladores de las zonas directamente afectadas, activistas de organizaciones ambientalistas y los bomberos que combaten con estos estragos en San Ignacio de Velasco y San Matías, municipios cercanos a la República del Brasil, se unieron al pedido de que a través de la declaratoria de desastre, el Estado consiga apoyo internacional para luchar contra las llamas.
En Beni, 19 municipios se declararon en “emergencia”, a causa de los incendios y la sequía.
El miércoles, vecinos del municipio cruceño de Concepción dieron un plazo de 72 horas a la Gobernación, para declarar desastre departamental y asignar, con carácter de urgencia, recursos económicos para combatir los incendios y mitigar el impacto sobre la fauna.
El 25 de julio, la Gobernación de Santa Cruz declaró, mediante un decreto, situación de emergencia, pero no desastre por el fuego.
CUATRO DEPARTAMENTOS
Reportes oficiales dan cuenta de incendios activos en cuatro departamentos.
Pobladores de al menos 60 comunidades de 22 municipios en Santa Cruz, Pando, Beni y La Paz sufren por la pérdida de zonas boscosas y pastizales; además, las poblaciones ya sienten los efectos adversos de la mala calidad del aire.
En este ámbito, datos de la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire (Red MoniCA), que mide el Índice de la Calidad del Aire (ICA), muestran niveles peligrosos de concentración de micropartículas contaminantes.
Los expertos de esta institución miden la cantidad de partículas, cuyo diámetro se mide en millonésimas de milímetros.
Las mediciones son agrupadas en valores y franjas caracterizadas por colores, según la nocividad.
El reporte de esta Red da cuenta de que Cobija, capital de Pando, es la ciudad con el aire más contaminado, cuyo nivel es calificado de “extremadamente malo”, con un ICA que llega a 435 partículas por metro cúbicos. En Quillacollo, La Paz y Trinidad la calidad es “muy mala”, con 233, 202 y 161, respectivamente.
También muestra que en Sucre, Cochabamba, Potosí y Tarija, la calidad de aire es “mala”. La inhalación de estas sustancias es perjudicial para la salud de las personas y de los animales porque llegan al torrente sanguíneo y pueden causar enfermedades muy graves.