Se dice que cuando el labrador ara la tierra, llega un momento en el que debe volcar la mirada hacia atrás para ver cuán rectos y profundos son los surcos que deja en el suelo, para que las semillas que siembre caigan en buen lugar y la cosecha sea abundante y satisfaga sus necesidades y las de la colectividad.

Cuando llega fin de año, suele ser el momento adecuado para evaluar lo hecho durante los 365 días precedentes.

Todos cuantos tenemos el privilegio de redactar a diario LA PRENSA sentimos la necesidad de comprobar la profundidad del surco que a lo largo ya ocho meses abrimos. Con errores y aciertos, pero con sincera y profunda humildad, debemos decir que vamos por buen camino.

Nuestro compromiso cotidiano es hacer periodismo sin mirar a quién. No tenemos una línea política de militancia, tenemos un compromiso por la verdad para transmitirla, sin adornos ni retruécanos, a nuestros lectores.

Sabemos que no existe la objetividad, pero como alguna vez dijo el genial Gabriel García Márquez quien, antes que escritor se dedicó al periodismo, dijo que esta labor consiste en transmitir los acontecimientos lo más fielmente posible a la realidad y narrados de la mejor manera posible.

Es la mejor definición de lo que el gran colombiano calificó como “el mejor oficio del mundo”, pues ésta no es una profesión, es una vocación de servicio con lealtad y honestidad a la colectividad.

Creemos con sinceridad que fuimos capaces de ganar las calles día a día, en tiempos de crisis sin doblegarnos ni tomar partido por cualquiera de los actores de la pugna social y política que se desencadenó en el país durante este año, que será recordado por una cruda pugna.

El que se va, además, fue un año signado por los desastres naturales y provocados, como los incendios, inundaciones y hasta movimientos sísmicos, que felizmente no fueron intensos, en el país.

Nuestra gratitud y reconocimiento a los valientes bomberos que combatieron incansablemente las llamas en condiciones muy complicadas. Esperamos, eso sí, que la justicia haga su parte y sanciones a los culpables, si los hubiera.