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  • Susana Salinas

24/11/24.- El uso indebido de los plaguicidas se atribuye a los agricultores, pero también es una corresponsabilidad de los ofertantes y vendedores de estos productos.

Al menos ese es el criterio de la fundación Agrecol Andes, que elaboró una investigación al respecto en tres ciudades: La Paz, Cochabamba y Chuquisaca, con 391 encuestas a los actores involucrados en el tema, distribuidos en 17 sitios rurales de dichos departamentos.

Entre los resultados expuestos en el texto sobre Recomendaciones Inadecuadas para el Uso de Plaguicidas en Bolivia, se revela que el 96,7% de las recomendaciones que los vendedores realizaron a los agricultores fueron incorrectas, entorno al tipo de plaguicida que requerían para su trabajo.

ESTUDIO

De acuerdo al estudio realizado durante el primer trimestre de 2023, se preguntó a los compradores si el vendedor identificó la plaga de su cultivo y el plaguicida que se adecuaba, además de conocer qué instrucciones recibieron para usar en sus huertos el producto. 

Entre los resultados se indica que solamente un 3,3% de las recomendaciones de los vendedores de plaguicidas fueron correctas. Sin embargo, causa preocupación que uno de cada dos vendedores no identificó de manera adecuada las plagas de los cultivos, por ello, al menos tres de cada cuatro vendedores “ofrecen un producto equivocado, cuya eficacia contra las plagas no está garantizada”, señala el estudio que se presentó.

"Dos de cada tres vendedores proponen una dosis superior o inferior al recomendado en la ficha técnica y uno de cada tres ofrece mezclar agroquímicos (plaguicidas con herbicidas y fertilizantes sintéticos u otros aditivos), con efectos desconocidos”, indica el informe.

Este extremo es peligroso, aseguran los especialistas de Agrecol Andes, pues la recomendación de productos equivocados llegó al 75 por ciento de los casos mencionados. El cálculo se registró a partir de las diferentes etapas de la recomendación que se realizó.

En este caso, entre los consejos de los vendedores, de plaguicidas, 33% eran correctos, otro porcentaje similar era inferior a los parámetros; y el 34 por ciento eran superiores.

“La subdosificación fue hasta cinco veces inferior a la recomendada, y la sobredosis otro porcentaje superior similar. En conclusión, en el 97 por ciento de los casos hubo una mala orientación a los compradores. Además, en casi un tercio (29,7%) de las encuestas, los vendedores ofrecieron mezclar dos (24,5%), tres o más (5,2 por ciento) plaguicidas diferentes en la misma aplicación. “Algunos vendedores ofrecen incluso un cóctel de cinco plaguicidas diferentes”, se lee en la investigación, que pone en evidencia una arista de los problemas de salud debido al empleo de los agroquímicos.

El director de Agrecol Andes, Germán Jarro, explicó que los plaguicidas, en la salud de las personas, tienen efectos dañinos a largo plazo. “Hay herbicidas que causan cáncer, asma, diabetes o Parkinson, con predominancia en efectos neuropsicológicos”, sostuvo el especialista.

Respecto a la forma en que los plaguicidas logran ingresar al organismo, Jarro indicó que lo hacen por tres vías: la primera es la inhalatoria, cuando al fumigar no se toman los recaudos de protección. También cuando se realizan aplicaciones en invernaderos, en áreas cerradas sin tomar la precaución necesaria. Y finalmente está la forma dermal, cuando entra en contacto con la piel y la digestiva, cuando la persona consume alimentos con residuos de plaguicidas.

El director de Agrecol Andes recomendó a los agricultores informarse, además de realizar un manejo adecuado y responsable de las sustancias que emplean y las que les ofertan. También asegura que se deben proteger en todo momento que usan este tipo de productos.