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Tras el incendio del albergue de perros Peluchín, en el que murió la perrita Deysi y otras dos salieron heridas a consecuencia del evento del viernes pasado, los voluntarios buscan la adopción de las 123 perritas rescatadas.

“Lo que más nos duele es que se fue nuestra perrita Deysi y hay dos perritas heridas”, dijo Lizbeth Tarqui, voluntaria del albergue Peluchín.

La mañana del viernes, el hogar temporal de canes, ubicado en Llojeta, sufrió un incendio que quemó la mayor parte del espacio, incluido bolsas de croquetas que cayeron sobre Deysi y falleció.

El fuego causó quemaduras de segundo grado en piernas y rostro, en Techi y Roxi, madre e hija. Ahora, ambas se encuentran en la Casa de la Mascota hasta su recuperación, informó Tarqui.

Ante el suceso, los vecinos que observaron el fuego y escucharon aullar a los cachorros, intentaron contener el fuego con ayuda de mangueras, recordó un vecino del lugar.

Tras un día del hecho, los más de 100 canes pasaron la noche en tranquilidad. “Al inicio estaban asustados y no jugaban. Hoy están más alegres porque hubo gente que los visitó, ninguno tiene quemaduras”, recalcó Tarqui.

los rescatados. Hace siete años que los voluntarios del albergue iniciaron el rescate de canes, el albergue de Llojeta es el segundo hogar que hallaron para los perros callejeros.

De los 123 canes rescatados, el 90% es hembra, solo hay cuatro o cinco machos; en el caso de las perritas, sólo a dos les falta la esterilización.

“Esterilizarlas es una manera de frenar la sobrepoblación de perros callejeros, de una hembra ‘salen’, cinco y cuatro son hembras”, dijo la voluntaria.

Actualmente, hay unos 20 cachorros que están listos para ser adoptados. “Necesitamos que encuentren un hogar, es una mejor manera de ayudarlos”, dijo la voluntaria.

Tras la tragedia, obreros contratados por el Ministerio de Gobierno ayudaron a techar el ambiente donde descansan los canes, pero también llegaron hasta el lugar personas, con alimentos y colchones.

“Lo que pasó nos dolió, pero es grato ver que nos han ofrecido ayuda. Esta ayuda motiva, porque cuando pasa estas situaciones uno quiere rendirse”, comentó Tarqui.

Cada día, los voluntarios deben turnarse para darles alimento, pero también estar pendientes de la salud de cada uno de los perros. “Nos duele, porque sentimos un nivel de culpabilidad por no estar con ellos”, lamentó.

“La mejor manera de ayudarnos es adoptando y darles un lugar fijo porque, por el tema de la construcción en la esquina del albergue, nos acortaron el espacio y tuvimos que encerrarlos”, explicó Tarqui.

Personas que deseen darle unhogar a los cachorros pueden contactarse con el número de cel 77719149.

Por: Aleja Cuevas