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  • LA PRENSA

El Museo Nacional de Etnografía y Fol-klore (Musef) recibió un tesoro que pondrá a disposición de todos los investigadores y personas interesadas en conocer la proficua labor de un gran boliviano, que nos dejó físicamente en 2013, pero cuyo legado pervive a través de los años, don Mario Montaño Aragón.

Su familia ha decidido donar al Musef las 6.663 piezas que formaban la biblioteca y colección de bienes documentales y culturales de este notable antropólogo y estudioso.

Para comprender la magnitud de este desprendimiento familiar, es imprescindible considerar la vida de este noble boliviano, quien fue discípulo del científico argentino Dick Édgar Ibarra Grasso en la facultad de Antropología de la Universidad Mayor de San Simón, de Cochabamba, de la que Montaño Aragón fue su primer titulado.

Don Mario, como era conocido, hizo un descomunal trabajo de investigación científica sobre las naciones originarias de Bolivia y sus idiomas, presentó análisis de sus familias lingüísticas, así como de las costumbres y cosmovisiones de los pueblos nativos asentados en el territorio nacional.

Entre su notable producción bibliográfica, se destacan las obras Antropología cultural boliviana, Síntesis histórica de Oruro, Guía etnográfica lingüística de Bolivia, en tres tomos, Diccionario de mitología aymara, Raíces semíticas en la religiosidad aimara y quichua, Mama Pacha: por los caminos de la madre tierra, El hombre de suburbio: Estudio de las áreas periféricas de Oruro, además de El hombre negro y su cultura en Bolivia.

Todo el material acumulado a lo largo de tan prolífica vida pasa a formar parte del patrimonio de todos los bolivianos, a través del Musef.

Pocas son las personas que pueden enorgullecerse de haber levantado con sus manos su propio monumento. Don Mario Montaño Aragón es una de ellas y su familia ha decidido honrar su memoria con tan significativo donativo, que será útil para que otros acuciosos investigadores prosigan esa obra y, si cabe, la profundicen.

Corresponde, ahora, a los responsables de este repositorio, proteger esa colección, catalogarla como es debido y ponerla a disposición de quienes necesiten adquirir conocimientos.