- Política

- Susana Salinas
24/3/2025.- Después de casi una década, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) desarrolló su XXIII Congreso. Lo hizo en el municipio de Tupiza, donde los delegaqdos analizaron varios temas, entre los que se destacaron el cuestionamiento a la administración de la Caja Nacional de Salud (CNS) y de la Gestora Pública, a la que demandaron la incorporación de delegados obreros, además de que exigieron la promulgación de una nueva Ley de Pensiones.
Al margen de la mala atención y la falta de medicamentos en la principal asegurados, los congresales se concentraron en el debate en torno a la reestructuración o refundación de la Caja Nacional de Salud y, respecto a la administración de la Gestora, señalaron que los trabajadores deben tener una presencia mayoritaria en la instancia ejecutiva y cuestionaron que no se les consulte sobre las inversiones que se realizan con dinero de los trabajadores.
La Comisión Económica cuestionó los elevados sueldos que reciben los ejecutivos de la Gestora en plena crisis económica, como el caso de su gerente que recibe mensualmente 35 mil bolivianos, y demandaron al Gobierno que se aplique un plan de austeridad.
Anteriormente, el gerente Jaime Durán informó que “más o menos el costo total de planilla son 20 millones de bolivianos frente a los aproximadamente 100 millones de bolivianos que tenemos como ingresos, el total de los salarios apenas alcanza el 20 por ciento de los ingresos”.
En esta Comisión también se refirieron a la falta de combustibles y la falta de divisas, por lo que aprobaron la exigencia de que se suspenda el cobro de impuestos por la importación de insumos para la minería. Destacaron que este sector genera divisas, pero no recibe el apoyo del Gobierno para incrementar los ingresos de dólares al país. Señalaron que el Ejecutivo prefirió darle prioridad al sector cooperativista en detrimento de los mineros asalariados.
En el plano político, los delegados al evento cuestionaron el prorroguismo de los dirigentes cesantes y demandaron a la Central Obrera Boliviana (COB) que en menos de 30 días convoque a un congreso nacional para elegir a nuevos dirigentes.
También cuestionaron el apoyo que ofrecieron al Movimiento Al Socialismo (MAS), del que, indicaron, nada recibieron, por lo que plantearon la formación de un Partido de los Trabajadores, una idea que estuvo presente en los debates del sector laboral, además de exigir independencia sindical.
Además, aprobaron expulsar con ignominia a los dirigentes mineros que se mantuvieron durante casi 10 años en el maneko sindical y la imposibilidad de que puedan participar en cualquier evento. En la inauguración abuchearon al ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi.