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El secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, denunció este lunes un intento de golpe sindical tras la irrupción violenta de un grupo liderado por el dirigente evista Humberto Claros en las oficinas de la organización. Huarachi calificó a los responsables como "pandilleros" y exigió garantías para su seguridad personal y la de sus directivos. En respuesta a estos hechos, reafirmó que la marcha programada para este martes 10 de septiembre no se detendrá y tomará físicamente la Asamblea Legislativa.
Huarachi fue claro en advertir que la movilización, que originalmente tenía el objetivo de presionar por la aprobación de ciertas leyes, se intensificará. "Si no aprueban las leyes, plantearemos el cierre de la Asamblea Legislativa", afirmó el líder sindical, señalando que la toma de la Asamblea es una medida clave para asegurar las demandas del movimiento obrero.