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Familiares de Odalys Vaquiata, en compañía de la activista Melania Torrico, se presentaron ayer en dependencias del Ministerio Público, para presentar pruebas ante el fiscal departamental, Williams Alave, a fin de demostrar que Joel P. G., cometió el feminicidio, pero la comitiva no fue recibida por la autoridad.
“Esta prueba es contundente y en esta semana el caso tendría que resolverse con la declaración de este testigo clave podremos encontrar el cuerpo de Odalys, pero requerimos protección para esta persona. No podemos identificar quien es para resguardar su seguridad”, dijo Torrico.
La activista denunció que funcionarios de la Fiscalía pidieron se haga la entrega de las pruebas por conducto regular y que en un plazo coherente se podría brindar alguna respuesta.
Entretanto, los abogados de la familia Vaquiata, pidieron a la comisión de fiscales que agende una nueva inspección técnica ocular en la región ubicada entre Tocaña y Yolosita, sector donde creen que está enterrado el cuerpo de Odalys.
“Creemos que fue ahí donde Joel la dejó, urge que se realice los allanamientos y rastrillajes correspondientes”, explicó el abogado Giovanni Gonzales.
Se espera que en los próximos días otras personas implicadas en este caso sean aprehendidas y puestas a disposición de la Fiscalía.
El jurista no quiso brindar otros detalles al respecto para no perjudicar el desarrollo de la investigación.
El pasado viernes, los padres de Joel P. G. fueron encarcelados bajo detención preventiva, Ruddy P. G. está recluido en el penal de San Pedro, mientras que Betty G. C., en la cárcel de Obrajes donde permanecerán mientras se desarrolle la etapa investigativa.
SITUACIÓN FAMILIAR
Mientras tanto, la madre de Odalys, Mabel Quispe, entre lágrimas describió el sufrimiento que vive todos los días, desde la desaparición de su hija.
“Mi nieto no quiere despegarse de mí, esta traumado cree que si yo saldré a la calle ya no volveré, me duele mucho verlo sufrir, todas las noches mira la puerta y espera que su mamá Odalys entre a casa”, refirió.
La salud y estabilidad del padre de la víctima de feminicidio nuevamente está comprometida, en los próximos días nuevamente será internado en un centro médico, “Son tres meses que busco a mi hija y hasta ahora no la encuentran, es un martirio vivir así todos los días, quiero justicia los que están en la cárcel que digan la verdad de una vez, pónganse la mano al pecho”, pidió Mabel Quispe.
El desarrollo de la última inspección técnica ocular y la triangulación de llamadas fue determinante para establecer responsabilidades. Las contradicciones en las declaraciones informativas de Joel y sus padres fueron evaluadas por la comisión de fiscales, para cambiar la orientación del proceso investigativo de trata y tráfico a feminicidio.
“Con mis propias manos puedo ir a desenterrar el cuerpo de mi hija, todos los días puedo ir a pedir a Joel que diga dónde está, pero, si me acerco a esa familia, me harán detener por hostigamiento. Pónganse la mano al pecho, dejen de mentir”, clamó la mujer.
Por: Carmen Challapa