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En 1953, Paraguay ganó por primera el Campeonato Sudamericano cuando Uruguay, Argentina y Brasil eran los países que se turnaban en ser campeones, sentando una gran supremacía, que solo Perú había roto en 1939 con el título ganado en casa.
A Paraguay le tocó la sede del 53, pero no lo organizó porque este país no contaba entonces con la infraestructura necesaria y entonces el torneo se trasladó a Perú, con los gastos y ganancias compartidas.
Según recuerda La Nación de Asunción, para dar la ‘vuelta olímpica’, los albirrojos tuvieron que vencer dos veces al poderoso Brasil.
La última fecha del torneo se desarrolló el 27 de marzo y Brasil llegaba líder con ocho puntos, seguido por Perú con siete y terceros estaban Paraguay y Chile, con seis.
En aquella última ronda, Paraguay venció a Brasil 2-1, con anotaciones de Atilio López y Pablo León. Perú perdió 0-3 ante Uruguay y Chile empató ante Bolivia 2-2. Así, guaraníes y brasileños quedaron igualados en la punta de la tabla, con ocho unidades y tenía que disputarse una finalísima para dilucidar el cetro de campeón.
Aquel primer triunfo contra Brasil ya le hubiera dado a Paraguay el título de campeón si no fuera por la protesta perdida contra Perú. El combinado paraguayo había empatado ante los incaicos (2-2), el 8 de marzo, pero perdió el punto fuera de la cancha por haber realizado cuatro cambios, uno más de los tres permitidos.
Los otros resultados de la Albirroja, en Lima, además de los dos triunfos frente a Brasil y la igualdad con Perú, fueron: victoria 3-0 ante Chile, 0-0 frente Ecuador, 2-2 con Uruguay y otro triunfo de 2-1 contra Bolivia, en un torneo en el que participaron siete seleccionados y fue disputado bajo el sistema de todos contra todos.
VIAJE INTEMPESTIVO
Al día siguiente de la primera victoria frente a los brasileños, el técnico paraguayo Manuel Fleitas Solich tenía pasajes y tuvo que viajar a Brasil para firmar contrato con el Flamengo de Río de Janeiro y se creía que ya no volvería para la finalísima.
Sin embargo, Solich retornó a Perú la tarde del partido definitorio y del aeropuerto fue directo al estadio Nacional de Lima. Cuando llegó la delegación paraguaya al estadio, encontró al profesor en el vestuario y el júbilo fue total. Así, motivados al máximo, entraron los paraguayos al campo de juego.
La Albirroja fue un aluvión en los primeros 45 minutos. Atilio López abrió el marcador a los 14, enseguida a los 17, Manuel Gavilán envió un taponazo de más de 30 metros para marcar el segundo y cerró aquel inolvidable primer tiempo el gol de Rubén Fernández, a los 41 minutos.
Quién lo iba a creer, 3-0 a Brasil al término de la primera etapa. Pero la reacción no se hizo esperar y el rival descontó con dos anotaciones de Baltazar.
Lo que quedó del partido fueron los 25 minutos finales más largos y dramáticos que pudo haber afrontado la Albirroja en su historial.
A pesar de los incontables ataques del rival, el 3 a 2 no se modificó hasta el final del encuentro y de esa manera, en la Semana Santa del 53, aquel inolvidable miércoles 1 de abril, Paraguay consiguió el primer título de campeón sudamericano en su historia.
Por: La Prensa