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El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, reprochó que las personas busquen a Dios cuando lo necesiten y lo ignoren en su vida cotidiana. Además del gesto de ingratitud que algunas personas muestran hacia aquellos que en algún momento les brindaron ayuda o les dieron una mano.

Dijo que, a pesar de ello, Jesús mantiene su fortaleza de seguir escuchando a los demás y por eso enseña cómo actuar, qué hacer y de qué manera decidir en momentos de incertidumbre y pidió a las personas dar ayuda sin ninguna condición como una forma de dar gracias a Jesús.

La homilía, titulada "Hambre de pan, hambre de Dios", reflexionó sobre el sentido del agradecimiento a Dios por la vida, las cosas materiales y las personas que nos han ayudado y la necesidad de preocuparse por los demás.

“El momento que necesitamos, lo buscamos a Dios, a veces conseguimos lo que tenemos y nos olvidamos de Él. Con las mismas personas también a veces nos pasa eso. Hay alguien que nos da la mano, nos ayuda en su momento y después a veces nos ignoramos. Somos mal agradecidos nosotros”, manifestó.

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