¿Qué representa el Bicentenario de la creación de Bolivia? Desde la victoria de Antonio José de Sucre en las pampas de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, las cinco provincias del Alto Perú quedaron liberadas del dominio español que se extendió por 290 años, si se considera que la conquista de este territorio comenzó con la fundación de Paria, Oruro, el 23 de enero de 1535.
La historia muestra que Simón Bolívar era reacio a la creación de un nuevo Estado en el centro del continente sudamericano, aunque dejó en manos del Congreso de Perú, que era independiente desde hacía algunos años antes, que autorizara la fundación de una nueva república.
El 9 de febrero de 1825, ya en la ciudad de La Paz, Sucre decretó, como vencedor de la Guerra de la Independencia, que “las provincias que se han conocido con el nombre del Alto Perú, quedarán dependientes de la primera autoridad del Ejército Libertador, mientras una asamblea de diputados de ellas mismas delibere su suerte”.
Así, el 12 de marzo de 1825, se reunieron en espacios públicos, bajo la conducción del alcalde y el párroco, los pobladores de las provincias para elegir a sus representantes para formar una Asamblea Constituyente, cuyo objeto “será sancionar un régimen de gobierno provisorio, y decidir sobre la suerte y los destinos de estas provincias, como sea más conveniente a sus intereses, felicidad y, mientras una resolución final, legitime y uniforme, quedarán regidas” por los triunfadores de Ayacucho.
Esa magna asamblea se reunió en La Plata, hoy Sucre, en julio de 1825
Las posibilidades eran tres: anexarse a Perú, a las Provincias Unidas del Río de La Plata, actual Argentina, o formar un nuevo Estado, propuesta que finalmente se impuso por mayoría abrumadora.
El sábado 6 de agosto de 1825 se firmó el Acta de la Independencia Nacional, aunque desde hacía unos tres años más o menos, las republiquetas —nombre con el que se conoció a las tierras ocupadas por los guerrilleros patriotas— dominaron gran parte del Alto Perú.
Muchos estados adoptaron como su fecha de independencia al inicio de la guerra liberadora, lo que no ocurrió con Bolivia, que celebrará este año su Bicentenario.