- Sociedad
- HEIDDY QUIROGA
La zona de Kamirpata se encuentra a 20 minutos de Achachicala, uno de los tantos lugares alejados del centro paceño que alberga un área forestal de eucaliptos con registro técnico y legal que realizó el municipio paceño. En el lugar se construyeron viviendas de calaminas como si fuera una propiedad privada. Los vecinos del lugar aseguran que fueron los loteadores quienes se encargaron de vender propiedades dentro los espacios verdes y amenaza parte del Bosque de la Integración.
Este medio realizó la visita al lugar y pudo comprobar que una de las pocas obras que recibió esta zona fue un asfaltado de la avenida principal, entre el pasaje S/N6 y el S/N3. Sin embargo, el lugar cuenta con varias falencias, hay inseguridad y un vertedero de escombros, además de focos de residuos y, lo peor, se talaron más de 200 árboles con más de 60 años de antiguedad.
La zona se fundó hace más de 60 años, los vecinos relatan que las primeras casas se construyeron con adobe y tierra compactada.
VECINOS
“Estoy viniendo de hacer mercado, yo vivo desde hace 50 años en la zona, antes ni trasporte público llegaba, teniamos que caminar desde Achachicala. También las casas serían unas 30, así, bien contadas, ahora porque la gente busca donde vivir más barato, se ha extendido la zona, pero pese a eso la situación ya no favorece“, contó la vecina Angélica Chavez.
Kamirpata es un lugar con calles empinadas, callejones y gradas estrechas para llegar a la avenida principal. Si se mira de arriba parece una serpiente con algunos lugares asfaltados que llegan al pasaje S/N6. Desde ahí el camino es empedrado, hasta la última fila de viviendas. Cerca al área forestal de Kamirpata se puede observar en los postes muñecos colgados como señal de advertencia. El camino para ingresar a esta área forestal es de tierra, con varios escombros, además de troncos quemados. Las viviendas no cuentan con alumbrado público, ni tampoco tienen servicios básicos, según se pudo observar.
La concejal, Roxana Pérez, denunció que son áreas verdes que se encuentran en riesgo debido a la presenca de loteadores.
FORESTAL.
“El bosque es muy peligroso, muchas veces escuché a las cinco de la mañana gritos y ver bajar a chicas sin zapatos, con la ropa desgarrada. Se les pregunta ¿qué haces por aquí? y responden que vinieron en un auto a beber con amigos. Muchas veces intervenimos, pero ahora ya no porque incluso es ganarse problemas gratis. Las cinco viviendas que están en pleno bosque ya están desde hace 15 años, pero a las personas que se les encuentra in fragantis que realizan movimientos de tierras con maquinaria pesada se les denuncia”, relató Emilio Callizaya, el presidente de la junta vecinal de Kamirpata a este medio.