Se celebra el Día de la Mujer Boliviana. Es un merecidísimo homenaje a la memoria de la precursora del feminismo en Bolivia, la poeta Adela Zamudio. Nacida el 11 de octubre de 1854 en Cochabamba, sólo tuvo la oportunidad de cursar hasta el tercero de primaria, pues en la primera mitad del siglo XIX, las mujeres estaban condenadas —porque ése es el término correcto— a desempeñar las tareas del hogar, criar a los hijos y… nada más.

Sin embargo, en ese ambiente, que no era otro que la continuidad del sistema colonial impuesto por los europeos desde la conquista de estas tierras, emergió la figura de esta luchadora ejemplar quien se enfrentó con las convenciones sociales de su época y contribuyó a romper los paradigmas aceptados en aquel tiempo de franco oscurantismo.

Uno de sus versos fue especialmente certero cuando se refirió a los derechos políticos de la mujer en aquel tiempo: “Una mujer superior/en elecciones no vota/y vota el pillo peor;/ (permitidme que me asombre) / con sólo saber firmar/puede votar un idiota, /porque es hombre”.

Adela Zamudio se atrevió a soñar con la igualdad de derechos casi un siglo antes de que la Revolución Nacional de 1952 impusiera el voto universal y planteara un nuevo pacto social en Bolivia.

En homenaje a esta formidable librepensadora, en 1965, se instituyó el Día de la Mujer Boliviana. Desde entonces, han transcurrido 60 años, mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces y, actualmente, la lucha de la mujer ya no es por la posibilidad de votar en elecciones o a la concesión de pequeños espacios, sino por el pleno reconocimiento de sus derechos y, principalmente, a participar en los espacios de decisión política del Estado en igualdad de condiciones.

La democracia, tantas veces tan denostada, permitió notables avances en este campo, como no se habían registrado en más de 150 años de la existencia independiente de Bolivia.

Las sociedades democráticas se estructuran sólidamente sobre la base de la equidad entre géneros y estratos. Hoy es, pues, un día para rendir homenaje a las aspiraciones de las mujeres bolivianas. Felicidades.