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Falta de reacción inmediata ante los primeros síntomas y medicación sin una evaluación médica son parte del descuido familiar para que las afecciones pulmonares se agraves al extremo de que cuando los pequeños pacientes sean trasladados a un hospital sean derivados de manera inmediata a la Unidad de Terapia Intensiva.

Esa es la situación en la que se encontraba hasta ayer el Hospital del Niño de La Paz, en el que cuatro infantes requirieron de cuidados especializados de médicos y de las máquinas para respirar en terapia intensiva, por la tarde tres fueron dados de alta y uno todavía da batalla a la enfermedad, pero va en franca mejoría.

“Prácticamente tres se van a ir a casa y quedó uno solo en terapia intensiva, quien está con buena recuperación. Estos niños no hubieran llegado a esta situación si sus padres no asumían el rol de médicos para darles fármacos, a los primeros síntomas deben acudir a un establecimiento de salud y no esperar a que se agrave la salud para buscar atención médica”, recomendó el director del Hospital del Niño, el pediatra Wilfredo Pastén.

El descenso de temperatura incrementó los casos de neumonías atendidos en los centros de salud desde principios de abril. El peligro es que dos cepas de influenza circulan en la atmósfera de La Paz.

El médico recomendó a los padres de familia tomar previsiones para evitar estos casos, así como no descuidar las medidas de bioseguridad, puesto que son los adultos los que, en su mayoría llevan el virus a casa.

“El problema se nos viene desde hace un tiempo atrás, después de la pandemia las personas bajaron la guardia y dejaron de usar el barbijo, por ello, el virus sincicial respiratorio provoca entre adultos y adolescentes solamente un resfrío, sin embargo, en los niños puede provocar neumonía severa”, sostuvo Pastén.

Según un informe de la Organización Panamericana de Salud (OPS), la neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. No existe una sola causa, pero puede desarrollarse por la presencia de bacterias, virus u hongos que circulan por el aire. Cuando un niño se infecta, los pulmones se le llenan de fluidos que le dificultan la respiración. Los niños quienes tienen sistemas inmunológicos inmaduros (como, por ejemplo, los recién nacidos) o débiles (a causa de la desnutrición o de enfermedades como el VIH) son más sensibles a la neumonía.

La OPS identifica a la neumonía como la enfermedad infecciosa que más muertes de niños ocasiona en todo el mundo. Cada año, más de 725 mil niños menores de cinco años mueren por esta causa, de los cuales alrededor de 190 mil son recién nacidos, un grupo especialmente vulnerable a las infecciones de esta naturaleza tan agresiva.

Por: Wilma Pérez Soliz