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El frío y la oscuridad causan estremecimientos entre las personas que forman largas filas ante las puertas de los hospitales del Complejo de Salud de Miraflores, en La Paz.
Algunos sufren por las enfermedades que presentan y otros tiemblan por el enojo que les causa la espera, que en muchos casos, es inútil.
A diario, los hospitales General, del Niño, de la Mujer, del Tórax, Oftalmología y Gastroenterología reparten alrededor de 300 fichas, por lo que unos 700 pacientes deben volver al día siguiente y continuar la fila.
Gonzalo Espinoza, quien cada dos meses debe acudir al Hospital de Clínicas para que un especialista en neurología le prescriba medicamentos para controlar el Mal del Parkinson que padece. “Llegué a dormir a las cuatro de la mañana y no sé si alcanzaré a la tercera y última ficha para neurología”, dijo con desesperanza.
La Prensa llegó hasta el Complejo Miraflores el anterior jueves para verificar que no sólo en el Hospital de Clínicas se forman largas filas, también las hay en los demás nosocomios.
Una excepción es el Instituto Gastroenterológico, al que los pacientes acuden desde las seis de la mañana, porque ya tienen una cita programada. No sucede lo mismo en los demás.
Incluso, en el Hospital del Niño, madres y padres, junto a sus niños deben esperar en la calle, pues las puertas del establecimiento se abren a las siete de la mañana.
Según datos del personal administrativo de los hospitales, cada establecimiento entrega entre tres y 10 fichas por especialidad y el que cuenta con mayor cantidad de especialidades es el de Clínicas, un total de 30.
“Repartirmos entre dos y tres por especialidad, porque en algunos casos la atención fue previamente programada por el médico y no requieren ficha. A veces, no entregamos nada por especialidad. Sucede cuando el médico está de vacaciones o con baja por enfermedad”, explicó un funcionario, quien pide guardar su identidad bajo reserva.
En el Hospital del Niño, que tiene 18 especialidades, se distribuye hasta 36 fichas para consulta. Ese día, había más de 50 progenitores en la fila. Casi todos llevaban a sus hijos en brazos.
Funcionarios de Oftalmología conceden 10 fichas por día y por consultorio. Una de las enfermeras indicó que en algunos casos no se presentan los médicos y los que fueron destinados a ese consultorio no reciben atención, por lo que deben volver a esperar su turno al día siguiente. El jueves, la cola se prolongaba por más de 30 metros. Todas las personas se acomodaron sobre cartones y se cubrían con frazadas para calentarse.
Similar panorama se observó ante los ingresos al Instituto del Tórax y el Hospital de La Mujer.
En criterio del exministro de Salud, Guillermo Cuentas, quien ejerció estas funciones entre 1998 y 2001), esta situación es el reflejo de las deficiencias del sistema de salud, puesto que no sólo se ven filas en los hospitales de tercer nivel, también se replican en Santa Cruz, Cochabamba y otras ciudades.
“En los hospitales San Juan de Dios de Oruro, Tarija, en el Viedma de Cochabamba, entre otros grandes nosocomios vemos similar situación, lo que pasa que en La Paz repercute más porque los medios dan mayor cobertura para que las autoridades tomen en cuenta a los pacientes”, dijo.
Si bien, apuntó el facultativo, las filas desaparecerán en el largo plazo y sugirió que las autoridades agilicen la entrega del Hospital Gastroentereológico, moderna infraestructura que se construye sobre la avenida Zavaleta Mercado.
El objetivo es que al actual edificio se traslade la Unidad de Emergencias, para habilitar más camas de internación, sin embargo, surgirá un nuevo problema pues el Complejo requiere muchos más especialistas.
Por: Wilma Pérez