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  • Susana Salinas

Si bien el contrabando de alimentos agrícolas es un problema económico serio para el país, no menos grave es la importación de enfermedades y plagas que llegan de “polizontes” en todos los productos que ingresan al territorio nacional en forma ilegal.

“Según la historia, Bolivia no tenía cultivos infectados con plagas y enfermedades, pero ¿qué ha pasado? Desde que hubo una articulación de contrabando de especies vegetales, juntamente con es importación, se produjo el ingreso de enfermedades”, explicó el director nacional de Innovación del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), Rogelio Maydana.

Como ejemplo, mencionó que en el caso del café, a causa de la práctica del contrabando se introdujo la roya y la antracnosis, dos
enfermedades severas que causan significativas pérdidas en las plantaciones cafetaleras nativas. El problema también tiene origen en los propios productores que prefieren recurrir a países limítrofes para la compra de semillas, que junto con los productos extranjeros, se combinan para sabotear la calidad de la producción nativa.

En el caso de los tubérculos, por vía del contrabando entran al país bacterias, hongos y plagas, que empiezan a proliferar y dañan la producción. “Cuando el agricultor compra las simientes en el exterior, empiezan a multiplicarse las enfermedades”, dijo.
Maydana aprovechó convocó a las autoridades responsables de enfrentar este tema puntual, como las del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), a realizar un control más riguroso en el ingreso de productos y semillas a territorio nacional, tarea que debe ser combinada con los esfuerzos de investigación que realiza el INIAF y otras entidades.

En la entrevista, Maydana refirió que un ejemplo de control seguro en este tema es el que realiza Chile. “En una ocasión, cuando viajé a Chile me compré manzana chilena para el camino y aunque era su propia manzana no se me dejó ingresar con ella a ese
país, me la quitaron y fue dejada en un compostaje”, recordó el funcionario. En la oportunidad, el Director de Innovación destacó
el trabajo que realizan los investigadores bolivianos, pese a este tipo de desventajas.“Como unidad, por ejemplo, tenemos aproximadamente 55 investigadores distribuidos en diferentes partes del país para ejecutar diferentes proyectos”, señaló.

La cantidad de profesionales “no es suficiente” para un país como Bolivia. No obstante, mencionó que se debe tomar en cuenta las limitaciones en el tema de recursos humanos. “Necesitamos investigadores especializados, con mucho recorrido y experiencia. Actualmente se los forma con apoyo de técnicos extranjeros y su trabajo da resultados importantes para Bolivia.