Bolivia forma parte de un bloque que, en apariencia, podría considerarse contestatario al orden imperante impuesto en el planeta por Estados Unidos y sus principales aliados ideológicos europeos. El país es socio de los BRICS, el acrónimo formado por las iniciales de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a los que desde el 1 de enero de este año se unieron Egipto, Irán, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos.
¿Son todos esos Estados enemigos o adversarios de Estados Unidos? Por cierto, no.
Si bien, China, Irán y Rusia pueden considerarse potenciales rivales de Washington, Brasil, India, Sudáfrica, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos mantienen relaciones comerciales y hasta militares con la primera potencia mundial.
Cuando en noviembre de 1989 se produjo la caída del Muro de Berlín, hubo quienes proclamaron el fin de la historia y la derrota de las ideologías contestatarias al modelo imperante en occidente. Nada más alejado de la realidad, pues siempre prevalecerán los ideales de una justa distribución de la riqueza, la igualdad de oportunidades y el freno a la discriminación, que caracterizan a los postulados de las organizaciones políticas de izquierda.
Frente a esa postura que concibe al mundo como un espacio de unipolaridad política e ideológica, surgió el planteamiento de la multipolaridad, que reemplaza a la bipolaridad visible en tiempos de la pugna Estados Unidos-Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Una de las manifestaciones de esa multipolaridad planetaria es el establecimiento de este grupo que se ha trazado la meta de poner en práctica nuevas reglas para el comercio internacional y que el dólar deje de ser la moneda imperante en el mundo.
Bolivia podrá acceder a nuevas fuentes de financiamiento que, seguramente, no condicionarán sus desembolsos a la aplicación de despidos de funcionarios públicos o de determinadas reglas para las inversiones extranjeras, por ejemplo.
Sin embargo, lo que no queda completamente corto es cuáles serán las obligaciones de Bolivia al formar parte de este bloque de economías emergentes. No es un detalle menor.